El Dedo

Halagos y puñales

Tome nota, vigile y trate de nadar en aguas menos turbias porque puede haber puñaladas sin halago pero pocas veces hay halago sin puñaladas

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Hace unos días estuve leyendo las declaraciones de nuestro alcalde sobre el balance de su gestión al cumplirse el segundo aniversario de su mandato, ocupando más de dos páginas del periódico, imágenes incluidas, respondiendo hábilmente a las preguntas de la periodista que supongo habrían sido pactadas previamente y, en caso de no ser así, pido perdón de antemano, aunque eso dejaría mucho que desear de cualquier político que se precie como tal, porque improvisar no es bueno ya que se pueden cometer errores y, al igual que los periodistas tienen que hablar hoy de cosas que hasta mañana no se comprenderán totalmente.

Puedo asegurarle que, tras la lectura de sus respuestas, no he llegado a conclusiones concretas para poder juzgarle como la primera autoridad de nuestra ciudad, aunque sí puedo hacerlo como político ya que una de las virtudes del mismo es predecir lo que pasará mañana y explicar después por qué no ha ocurrido, y usted es un gran experto en el tema.

No se trata de ningún insulto sino todo lo contrario, un piropo a un buen político.

Esta aseveración no le va a gustar nada a la oposición pero sé también que le va a gustar mucho menos a alguno de los miembros de su equipo y a muchos compañeros del partido, ya que entre unos y otros le están escarbando debajo de los pies para hacerlo caer.

Por enésima vez se lo repito: el rival político lo tiene enfrente y el enemigo detrás formando parte de los suyos. Sabe perfectamente, porque es ley de vida, que todos quieren para sus protegidos lo que ellos no han podido alcanzar a pesar de las oportunidades que se le han brindado y esto en política es moneda de cambio permanente.

Así pues tome nota, vigile y trate de nadar en aguas menos turbias porque puede haber puñaladas sin halago pero pocas veces hay halago sin puñaladas, sobre todo en política.

El tiempo que queda hasta las próximas elecciones va a ser un combate de boxeo en el que el menos esperado por usted tirará la toalla a la lona para sacarlo del cuadrilátero. Es decepcionante buscar una mano y encontrarse con un puño.

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