Espadas llega a la mitad del mandato con el 43% de su programa ejecutado según el análisis de Viva Sevilla. Es un balance razonable teniendo en cuenta que aún le quedan dos años y que los avances se han dirigido a paliar la grave situación social en que se hallaba la ciudad, que durante cinco años ha tenido más de 80.000 parados, y a la mejora de la gestión municipal para contribuir a la superación de la crisis.
A la pregunta de si Sevilla está hoy mejor que antes, la respuesta, con las matizaciones que quieran hacerse, es positiva. Cuando se celebraron las elecciones teníamos 85.694 parados; hoy son 74.031, 11.663 menos. El gobierno local ha aportado su grano de arena activando una bolsa de empleo y firmando convenios de empleo con otras Administraciones; aplicando un plan de choque para desbloquear 3.000 solicitudes de licencia pendientes y culminando proyectos estancados como el de la estación de Cádiz, paseo Marqués de Contadero y Puerta de la Carne.
Asimismo, se ha propiciado la construcción de 900 nuevas viviendas, por lo que el paro en el sector se ha reducido en una quinta parte. Se ha reducido la deuda, se paga antes a los proveedores y se han otorgado ayudas en vivienda y suministros básicos. Estamos mejor pero no es suficiente: aún tenemos 74.000 parados, siguen pendientes los grandes proyectos y nos falta un impulso transformador para dar otro gran salto adelante.
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