El gobierno de Espadas, en otra de las herencias recibidas, tendrá que decidir qué hacer con los 49 paneles fotovoltaicos que no funcionan de los 68 que Monteseirín ordenó instalar a partir del año 2003 en dependencias municipales y en espacios públicos para promover el uso de las energías renovables.
El Ayuntamiento se gastó entonces 3 millones de euros en el montaje, a un promedio de 44.117 euros por instalación. Sin embargo, por falta de mantenimiento, el 70% de los paneles han dejado de funcionar y al menos trece de los mismos ya son irrecuperables.
Nos hallamos ante otro típico caso de lo que podríamos denominar “política-escaparate” o de meros gestos de cara a la galería. Se plantan paneles como se plantan árboles, mobiliario urbano, bibliotecas, edificios….que luego se dejan abandonados a su suerte y sin dotación presupuestaria para asegurar su funcionamiento cotidiano y la prestación de un servicio a los contribuyentes, que son quienes a la postre los han pagado con sus impuestos.
El resultado, más pronto que tarde, suele ser el deterioro, la inutilidad o la pérdida. Los 49 paneles fotovoltaicos inoperativos equivalen a haber tirado 2.161.733 euros. Para algunos políticos frívolos y superficiales, lo importante es hacerse la foto cortando una cinta inaugural o colocando una primera piedra, sin importar qué ocurrirá después y pensando que quien venga detrás, que arree.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es