Desde la red

Pause

El día de la marmota. Así me encuentro ahora que escribo sobre el Recre, en uno de esos momentos en los que cuesta más de lo habitual

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El día de la marmota. Así me encuentro ahora que escribo sobre el Recre, en uno de esos momentos en los que cuesta más de lo habitual. Y no es por falta de creatividad, ni de ganas, ni de tiempo. Es como si la trayectoria del club se hubiera puesto en línea recta sin altibajos, constante, como demuestran los seis empates en nueve encuentros y todo lo que lo rodea: la dificultad para meter un gol, la facilidad con la que lo recibimos cuando nos adelantamos, lo que cuesta pisar área mientras Boris se desgasta agónicamente, el boquete en el centro del campo y el trabajar, trabajar, trabajar. Lo comentaba esta semana, y es que Casquero comete los mismos errores (ese mediocentro vacío que rompe al equipo en dos, ese delantero solitario peleándose con el mundo, esa fragilidad defensiva clave) que cometían tanto Ceballos como Pavón. Parece que cuando un equipo va mal, siempre va mal igual. O al menos aquí en Huelva. Y así seguimos planos, esperando al domingo a las 12 de la mañana para que la oportunidad ante el Melilla sea de cambio (para bien). Porque si algo de cierto pasa este año, es que para dejarnos más tibios empatamos y no perdemos. Que es mejor empatar, por supuesto. Pero te deja como a la mitad de enfadado porque vas sumando y miras la tabla y está todo equidistante, una palabra bonita que si seguimos punto a punto se puede convertir en “Tierra de nadie”.

Creo que lo deportivo podría ser aún más bomba de relojería si no fuera por la burbuja extraña en la que vivimos. Es decir, hemos vivido dos años en 2ªB al borde del cataclismo, al infarto prematuro, pero no el de perder el partido, el de perderlo todo. Y llegamos al 30 de junio arrancándonos la piel de nervios, y tras Eurosamop, que creíamos que era Doyen pero no, llegó una tensa espera que se compensó con fichajes, fichajes y más fichajes. Y hasta el césped está mejor. Y la publicidad blanca y azul. ¡Que estamos vivos! Y ese sentimiento burbujeante nos tiene más plácidos y traslúcidos con los empates.
Y he dicho burbuja, sí. Porque en mi hoja de ruta mental, esa que el Recre por desgracia nunca cumple a plazo, ya deberíamos estar celebrando el acuerdo con Hacienda. De momento no. Y ahí seguimos, en línea recta, planos, que ni sí que ni no. Que quizás mañana salta la noticia o quizás dentro de un mes. Y por eso es tan difícil escribir sobre el Recre, porque está en un pause total. ¡Hasta lo del Enlace de la Afición lleva detenido demasiado tiempo! En fin, que siempre digo ¡Sigamos! Pero eso quiero, seguir.

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