El tesoro oculto

Esa ‘milla de oro’ del golf en Europa sigue ahí, como un tesoro oculto, al alcance de una provincia que necesita algo más que sol y playa.

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En las últimas décadas, la provincia de Cádiz ha acogido acontecimientos internacionales de primerísimo nivel. La mayoría de ellos de carácter deportivo. Destacan las grandes regatas de 1992 y 2012 y la XXII Cumbre Iberoamericana en Cádiz, con motivo del bicentenario de la Constitución ‘La Pepa’; los Juegos Ecuestres Mundiales de 2002 y los mundiales de F-1 (1986-1997) y motociclismo (1987-2014) en Jerez; el bicentenario del reparto de Marruecos en 2006 en Algeciras, y la Ryder Cup 1997, el WGC American Express Championship (1999 y 2000) y el Volvo Masters (1988-1996 y 2002-2010) en San Roque.
Con permiso de la prueba motociclista, que ha sido la única que llegó en 1987 para quedarse y aún sigue acudiendo cada primavera a su cita con Jerez, la Ryder Cup de Valderrama de 1997 fue la oportunidad más importante que ha tenido la provincia de Cádiz para darse a conocer en el exterior y, sobre todo, para engancharse al turismo de calidad vinculado al golf.
Cerca de 400 millones de espectadores de todo el mundo vieron en directo por televisión cómo el equipo europeo capitaneado por Severiano Ballesteros derrotó por un punto al combinado norteamericano dirigido por Tom Kite.
Pese a que el acontecimiento iba a contramano de la sensibilidad y el conocimiento de la mayoría de los gaditanos, que veía el golf como un deporte demasiado elitista, San Roque y la Diputación de Cádiz superaron la visión aldeana, tomaron conciencia de que la provincia estaba ante una oportunidad única y dieron la batalla de la promoción.  Desde luego, se lo pusieron muy difícil a una provincia de Málaga que siempre tuvo como principal objetivo situar a Valderrama en la Costa del Sol, en la Costa del Golf.
Hoy, tras una crisis que ha devastado gran parte del precario tejido industrial de la provincia –sólo queda el polígono del Campo de Gibraltar en pie-  y que la ha dejado en pelota picada como provincia turística, el golf sigue siendo la asignatura pendiente, la gran oportunidad para intentar que esta zona de Andalucía no sólo sea un destino turístico de temporada. 
Michael Jordan, que descubrió con su presencia a muchos españoles la dimensión internacional de la Ryder, se quedó prendado con los campos de San Roque -Valderrama, Sotogrande, San Roque Club, Alcaidesa y La Cañada-. Esa ‘milla de oro’ del golf en Europa  sigue ahí, como un tesoro oculto, al alcance de una provincia que necesita algo más que sol y playa. 

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