E l “no-quehacer político” ha sido incompatible con la protección y el mantenimiento de la amplia mayoría de entidades de interés social onubense. Lejos de apostar por lo relevante en nuestro contexto social, se ha ido desmoronando, por dejación e incumplimiento, los pilares de la participación comunitaria. Los intereses económicos partidistas y la inadecuada gestión pública, ha dado paso a los recortes extremos del Tercer Sector. Aproximar, descentralizar y extender los servicios integrales a la ciudadanía, ha sido la columna vertebral de sus aportaciones. A la vez, que intervenir sin la constreñida burocracia y complejidad, características propias de las administraciones. Las instituciones sin ánimo de lucro (asociaciones, fundaciones, organizaciones no gubernamentales, corporaciones de derecho público….) caldo de cultivo y cómplices necesarias de la consecución de los derechos civiles, políticos, socioeconómicos y culturales, han padecido, con la crisis, un varapalo injusto. Quienes lo sufren directamente son las personas beneficiarias de sus servicios, recursos y prestaciones básicas y específicas. Pero no olvidemos, que se han provocado otros efectos devastadores. Por un lado, la significativa destrucción de empleo o el empeoramiento de las condiciones laborales. Por otro, el engrosamiento de esa zona de vulnerabilidad y exclusión social, que incluyen nuevos perfiles individuales y familiares. Ante un paisaje ideológico, de pugnas y consorcios, de partidos de izquierda, derecha y “bisagras”, de idas y venidas…tenemos que evaluar lo realizado, sin mordazas, para poder reclamar la transcendencia de reforzar los valores comunitarios. Todo ello, rescatando los principios originarios de los movimientos sociales o de las plataformas ciudadanas, que se expresaban y demandaban, sin banderas, sin filias ni fobias, sin cortapisas…Quizás la lectura, conlleve que la iniciativa social se desprenda de esa etiqueta de “dependencia absoluta” de las Administraciones, para proseguir con su labor inestimable de coordinación y colaboración con la misma. Los desafíos actuales pasan por conquistar nuevamente la “plaza” de la libertad de acción, de la intervención creativa, del rescate del compromiso de la población a la que se atiende, respeta y apoya, de la promoción de los derechos y libertades fundamentales…Recorrer las calles, escuchar a las personas, captar lo expresado y lo latente que subsiste en las estructuras de la realidad social, ir a las causas y no ser meros parches de lo impuesto o lo establecido, aumentar los esfuerzos por el “despertar social”, no doblegarse como juncos ante subvenciones-migajas, o ser voz y presencia...siguen siendo consignas que hay que defender en cada barriada, distrito, ciudad…Tenemos ahora una oportunidad con la Fundación Valdocco. Nos invita a su Jornada de Puertas Abiertas, sito en C/Gladiolo s/n, el próximo martes 30 de junio, en dos turnos, mañana y tarde: 11:00 y 19:00 horas. Y acercándonos, sabremos. Y descubriendo, actuaremos. Y aunándonos, seremos.
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