Polémicas a un lado, en lo que sí coincidimos es en la necesidad de revitalizar el que hace dos décadas era el punto de encuentro de la sociedad. El declive de este espacio, favorecido por la competencia que le ha surgido con nuevos parques como el del Bulevar o la Ciudad de los Niños, se acentúa ante la pasividad de las autoridades. Ni esta ni la anterior corporación han dedicado una mirada a este pequeño pulmón del centro urbano. A ello hay que sumar la mala prensa que le da el grupo de menores que durante el verano han campado a sus anchas atemorizando a quien por allí pasara y seguimos con la inseguridad, el jueves mismo vi entrar a tres policías secretos y dos de uniforme para amedrentar a unos pintas. La única reforma que se acometió en nuestro querido parque fue hace varios años cuando se cambió la solería del paseo central y se instalaron farolas, palmeras y fuentes centrales a ras de suelo. El fracaso fue total pues las farolas alumbran menos que poco, las fuentecitas fueron cubiertas debido a las caídas que provocaban en su interior y esas palmeras a la entrada se levantan hoy como muralla divisoria entre la ciudad y el acceso al parque. Hay quienes apuntaron en su día a que fueran transplantadas a la colindante calle Baeza donde una a una se han ido perdiendo las palmeras que la decoraban.
Está claro que hay una oportunidad de oro con el segundo "Plan E" del gobierno de España para destinar una buena partida a remodelar integralmente el parque de la Victoria. Desde luego hay que adaptarlo a tiempos modernos, que ya quisiéramos verlo el domingo tan lleno como se pone el del Bulevar. Al parque de la Victoria hay que quitarle ya el horrible alquitrán de la carretera que lo rodea sin uso ni sentido, hay que eliminarle los muretes que lo separan de la avenida de Madrid de manera que se pueda integrar como amplia zona de paso de peatones entre el Paseo de la Estación y la avenida de Madrid. Hay que dotarlo de muy buena luz, aceras para paseo, sembrar las decenas de árboles que ha abatido el viento y los años, llenarlo de paseos con agua y fuentes de agua que refresquen y ornamenten, llenarlo de actividades para los niños, presencia policial, circuito deportivo y de bicicletas, volver a ubicar las jaulas con pájaros y aves, iluminar el estanque de los patos, recuperar algún merendero... Hay mucho por hacer, desde luego el objetivo a conseguir es darle vida a lo que ahora está muerto. Dar un motivo para que la ciudad viva en todos sus barrios, diversificar el público para que no todos se concentren en el Bulevar. La ciudad del centro también necesita de vida para que sus negocios vivan y para que se ambiente. Es necesario un gran proyecto de mejora y revitalización del parque de la Victoria para que vayamos en masa allí los domingos.
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