Estamos en diciembre y salvo los días que corre norte, hace bastante calor. Pronto vamos a ser destino de vacaciones en invierno. Hay muchos días apropiados para tomar el sol en la playa e incluso para bañarse. El turismo de las zambombas se mezclará con el de costa. ¡Qué bien para los empresarios hoteleros! ¡Habrá mucho trabajo! A qué catástrofe estamos abocados, porque tampoco llueve.
La naturaleza anda loca, floreciendo lo que no tenía que florecer. Están siendo muy bajas las cosechas de secano y aún habrá quién diga que las convirtamos en regadíos que el aceite está a precios muy altos. Como si no fuera una pescadilla que se muerde la cola cómo vamos a regar más si los regadíos no tienen agua porque no llueve.
Se piensa en las desaladoras, ya tenemos más de ochocientas en España. No son el chollo que parecen, en primer lugar, la sal que extraen la devuelven al mar acabando con las praderas de posidonia que se crían únicamente en el mar Mediterráneo. Son plantas verdes con raíces, flores y frutos que se adhieren a la arena formando grandes extensiones y que tienen varias funciones: oxigenar el agua y mantener un variado ecosistema animal y vegetal, fijar los sedimentos y filtrar el agua manteniéndola limpia.También destruyen los arrecifes de coral.
Además, la producción de agua dulce de esta manera es bastante costosa porque requiere muchos megavatios para funcionar,casi un cuarenta por ciento del coste se va en el consumo de energía, lo que produce un precio que los regantes no pueden pagar y tiene que ser subvencionada. Sin contar con las emisiones contaminantes que produce.
La construcción de la planta es cara, así como el de las infraestructuras que llevan el agua a donde se necesita.
No podemos pensar en las desaladoras como una solución definitiva sino puntual para salir del paso en situaciones graves.
Más nos valdría mantener los acuíferos limpios, acordaros que en el de San José del Valle se quería poner una planta depuradora de lodos pues lo mismo en muchos sitios. No se cuidan los ríos y los acuíferos, hay muchos contaminados. Muchos cauces y entornos fluviales están destrozados.
Los pozos ilegales están sobreexplotados, recordemos el problema de Doñana.
Debemos regular el consumo de agua que no se ha tocado estando en sequía como estamos.
Y en medio de todo, el cambio climático bien gracias, se ha hecho la cumbre en Dubái ¿Cómo van a querer terminar con las emisiones los países productores de petróleo?
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