La crisis ha disparado el número de ciudadanos que optan por vender su coche o desprenderse de un segundo vehículo existente en el domicilio. Una práctica habitual es colgar el cartel de 'Se vende" en el interior del propio vehículo incluyendo nuestro número de teléfono como reclamo para los viandantes. Son muchos los que optan por esta vieja práctica para evitar intermediarios que supongan que el precio final de la transacción no sea tan ventajoso para el vendedor como una operación directamente entre particulares. Pero, ¡ojo!, en Estepona, al igual que en otros muchos municipios esta práctica es sancionable. En nuestro municipio, la multa por colocar un cartel de "Se vende" en nuestro vehículo asciende a 50 euros. Una cantidad que desciende al 50 por ciento si la abonamos dentro del plazo voluntario de pago.
Pero no todos conocen que este tipo de acciones pueden llevar sanción. Y provoca algunas quejas. Un vecino de Estepona ha sido multado en solo dos meses ya en dos ocasiones. Lleva intentando vender su coche más de seis meses por lo que, cansado de que los anuncios publicados en Internet no surtieran efecto, hace dos se decidió a colocar un anuncio en el interior de la ventana de su coche. Cuál fue su sorpresa al encontrar un día el boletín de denuncia pegado en el parabrisas. Ha incumplido una ordenanza municipal que prohíbe este tipo de prácticas para evitar la venta en la vía pública y la competencia desleal a establecimientos autorizados, ya que en los últimos años han proliferado el número de comerciantes que usan la vía pública como concesionario improvisado eludiendo pagar los preceptivos impuestos. Desde 2007, ha aumentado un 20% según la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor.
"En ningún momento el coche ha estado estacionado en la vía pública durante días con el cartel. Lo utilizo habitualmente para desplazarme, lo muevo de sitio y lo puse por si alguien estaba interesado. Es la única forma de vender un coche hoy en día. Si yo pago mi impuesto de rodaje, no entiendo que no pueda poner a la venta algo de mi propiedad, como ocurre con los carteles en las fachadas de los pisos", nos cuenta este vecino. "Es una pena que con la situación actual que vivimos multen por este tipo de cosas", se lamenta. Y no es el único ciudadano que se ha encontrado con esta desagradable sorpresa en su coche al arrancar, según nos explica.
¿Conocemos nuestras ordenanzas? ¿Están accesibles?
Ni el propio vecino conoce qué ordenanza ha incumplido al poner, sin mala intención, un anuncio de su propio vehículo. ¿Ordenanza de venta ambulante? ¿De publicidad exterior? O, simplemente, ¿la ordenanza municipal de tráfico? La misma suerte corremos si echamos un vistazo a la web municipal donde no existe ningún lugar específico donde el ciudadano pueda descargar las distintas ordenanzas y normas, a diferencia de lo que ocurre en municipios como la vecina Marbella. Si investigamos un poco en Internet encontramos que son muchas las localidades que en los últimos años han modificado sus ordenanzas para incluir en su normativa esta prohibición para evitar que las calles se conviertan en concesionarios. En Alicante o Murcia, por ejemplo, la sanción puede llegar hasta la friolera de los 3.000 euros con la retirada del vehículo de la vía pública por la grúa. En Valencia, hasta 750 euros.
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