Acento andaluz

De las canicas a la violación

Lo más violento que vi fue Mazinger Z y lo más sexual o erótico era cuando Afrodita gritaba: ¡Pechos fuera!

Cuando tenía 9 años, allá por la década de los 80, jugaba con canicas al hoyo y al triángulo que cavaba o dibujaba en descampados de tierra; sudaba detrás de una pelota en la playa, mi calle o el colegio, y me regalaron mi primer reloj al hacer la Primera Comunión. Con 10 años, aprendí a patinar, coleccionaba cromos de futbolistas y coches, y veía dibujos animados de Heidi, Marco y Los Mosqueperros. Lo más violento que vi fue Mazinger Z y lo más sexual o erótico era cuando Afrodita gritaba: ¡Pechos fuera!

A los 11, jugué al futbol sala; empecé a botar un balón de baloncesto y me eché una primera amiga especial a la que mandaba cartas cuando no la veía y le daba la mano cuando coincidíamos. De ahí no pasé. Con 12, competía en carreras de patinaje por media España; hacía figuritas de madera con la segueta de marquetería; coleccionaba fascículos de Jacques Cousteau y jugaba con unas maquinitas muy rudimentarias de marcianitos.

A los 13 comencé a frecuentar el cine con mis amigos a ver las películas de Parchís o Los Goonies, y mi mayor coqueteo con una juventud prematura fue escuchar a Miguel Ríos, Mecano y los Hombres G. Con 14, el mundo cambió, abandoné mi hábitat de confort y, circunstancias que no vienen al caso, me vi interno en el Instituto Español de Tánger. Allí aprendí a jugar al ping-pong, hice nuevos amigos españoles, marroquíes y saharauis, me gustaba Macarena, una niña de mi clase a la que nunca tuve el valor de confesar mis sentimientos, y mis primeros bailes fueron losviernes en la Casa de España en unas fiestas sin alcoholque acababan a las 10 de la noche.

A grandes rasgos, esos fueron mis últimos años de infancia y primeros de pubertad. ¿Qué sociedad hemos construido para que los niños de hoy se parezcan tan poco a los de antaño? ¿Cómo pueden conocer prácticas de dominación sexual, reproducir roles de patriarcado o supremacía masculina y ejercer la violencia movidos por un deseo sexual inusual a esas edades?

No hay una solución fácil, pero urge proteger a los menores con la Ley Integral contra la Violencia Infantil que reclama Save The Children y suscrita en una declaración institucional del Parlamento andaluz. No sé si será el camino, pero debemos probar fórmulas para que no les robemos las canicas y los cromos a más niños como el menor de 9 años de Cazorla.

Posdata: Quedan 681 días para que finalice el injusto peaje de la AP4.

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