Ana Isabel Espinosa García, gaditana de pura cepa, cursó estudios de Derecho pero ha sido finalmente “atrapada” por su pasión por la literatura y ya tiene varios libros editados además de haber recibido numerosos galardones y menciones de ámbito nacional, tanto de novela como de relato. Madre de tres hijos, tiene que hacer malabares para escribir cada día mientras lleva adelante una casa y pelea con niños y adolescentes pero, mujer disciplinada y entregada a su trabajo, lo consigue. Buena muestra de ello son los artículos de opinión con los que colabora fielmente en prensa desde hace años.
Asimismo, tiene dos libros publicados, amén de varias antologías. Concretamente, destacan los títulos ‘Pa qué nos vamos a engañá’ que consiguió el Premio Baltasar Porcel de Novela Corta de Andratx y ‘Sobre sus lomos he cabalgado’, que se hizo con el Premio de Novela Corta Jumilla. El primero va sobre una mujer madura que empieza cada día su vida, con un tono agridulce. El segundo es una novela histórica basada en las desventuras de un picaruelo en el puerto de Santa María sobre el mil quinientos.
Ana Isabel Espinosa, escritora prolífica donde las haya, también ha sido galardonada, entre otros, con el Premio de Relato del Ateneo de Paterna 1999, el Premio de Relato Ciudad de Baza 2000, Premio de Relato Ateneo de Onda 2000, Premio de Relato Valdemera 2000, Premio de Cuento Barcarola 2000, Premio de Relato de la Federación de Centros Castellanos 2002 o el Premio de Relatos de Pola de Laviana 2003. Siendo así mismo finalista de otros numerosos premios literario nacionales entre los que se destacan el del premio de relato del Ayuntamiento de Bilbao en los años 99, 2000, 2001 y 2002, doblemente del premio de relatos del Ayuntamiento de La Guardia en Toledo , del de novela Nostromo de Barcelona, del taurino de la Peña Mazzantini de Bilbao , del de Semana Santa de la Tertulia Cofrade Pasión de Salamanca, , del Ayuntamiento de Algodonales de Novela , del de Relatos Informáticos de la Revista PC Plus , del de novela del Ayuntamiento de Benalup, doblemente del Blas Infante de Málaga o internacionales como el de la Biblioteca de Andorra así como ha obtenido premios de ensayo como el de la ‘Asociación Ya te digo’ de Leganés, siendo además, autora de estudios y colaboraciones jurídicas.
Los galardones recientes son Finalista del III Certamen Literario María Carreira 2015, finalista certamen de Relatos de Mujer de Santurtzi 2015, finalista certamen internacional relatos policiacos Semana Negra Gijón 2015, finalista del certamen de relatos de terror Dunbok 2015 o finalista del Certamen de Relato Julio Cortázar de la Universidad de la Laguna, con el relato titulado ‘Un tiro al aire’.
La conocemos sobre todo por sus artículos en prensa, ¿Cuándo empieza a colaborar con Publicaciones del Sur?
–Tras el nacimiento de mis gemelos, que son mis hijos pequeños, ya unos nueve o diez años atrás. Y aquí seguimos semanalmente mientras los lectores quieran.
Pero su pasión por la literatura es más antigua, ¿cómo empieza a plasmarla en el papel?
–Empecé en prensa con artículos pequeños, que se fueron extendiendo hasta convertirse en relatos. En el año 1999 me decido a intentar concursar y gané tres primeros premios de relato corto, entre ellos el Barcarola, que es uno de los más importantes de relato en este país.
¿Qué significa para usted escribir?
–Es la forma de evitar ir al psiquiatra. Es decir, todas esas angustias o inquietudes que todos tenemos dentro están mejor en el papel que en mi cabeza. Es más saludable.
¿Necesita “musas”, motivación o algún otro tipo de ayuda o disciplina?
–Necesito un cable de electricidad, eventualmente internet y a ser posible un ordenador. Pero vamos que con un cuaderno y un lápiz,me apaño.
¿Cuántas horas al día dedica a la escritura? Porque sabemos que compatibilizar ser madre y tener una carrera literaria no es cosa fácil.
-Sacas tiempo robándolo a horas de sueño, compatibilizando y gustándote mucho este oficio.
Poesía, relatos, novela… ¿tiene algún género favorito o en el que se sienta más cómoda?
–Poesía ya no escribo, solo lo intenté al principio, porque creo que el relato es lo mío. también me encanta la novela, pero hay que echarle mucha dedicación y a veces te pesa el lastre que conlleva.
¿Y cuáles son los temas más recurrentes en sus obras?
–Trabajo desde ficción, negro, histórico, aventuras, de todo. Más o menos me pasa como con la comida que soy glotona, pues igual.
El tema de la violencia machista, por desgracia, también aparece en su obra, ¿tiene solución esta lacra?
–Paletadas de educación, que sigamos reivindicando y que no pongamos la otra mejilla.
¿Es para usted importante la opinión de los lectores?
–Los lectores son la parte más importante de mi equipo, sin ellos, al menos yo, no soy nada.
Varios de sus libros han sido premiados, ¿se siente satisfecha o le queda mucho por hacer?
–Es una suerte este oficio, porque te puedes morir haciéndolo, así que sí, me quedan lustros de vidas por recorrer.
¿En que está trabajando ahora?
–Siempre estoy con algún relato, al que le voy entremetiendo novela. Los microrrelatos se han convertido en unos chips que me encanta deglutir.
Y ahora, generalizando, en este país ¿son malos tiempos para la lírica y la cultura?
–Creo que para la cultura siempre son malos tiempos, nunca para las gambas, los langostinos y la fiesta. Pero especialmente ahora son peores, la educación está devaluada y la cultura tira de ella, con las piernas quebradas.
¿Tiene arreglo? ¿qué propondría usted?
–No tengo la menor idea, a mi me basta con mirar la realidad y plasmarla, para que quien debe mejorar la situación, esa personas que son responsables porque todos les hemos votado, hagan bien su trabajo, igual que usted o yo misma nos levantamos cada día intentando dar lo mejor de nosotras.
Pida un milagro para esta navidad de “elecciones”.
–Que no haya un niño con hambre, que no sea de saber
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