Torremolinos

Torremolinos y el ?Día del Turista?

Torremolinos no es sólo turismo, fiesta, deportes, playa y sol. Es también arte, cultura, crisol de civilizaciones. En estas crónicas, Jesús Antonio San Martín, desarrolla lo más representativo del ayer y el hoy de Torremolinos.

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Torremolinos se escribe con "T" mayúscula de Turismo. Sol de Oro y esencia del Turismo, Torremolinos está universalmente aceptado como el reclamo propicio donde disfrutar intensamente de unas vacaciones óptimas, soleadas y maravillosas. El propio vocablo "Turismo" bien pudiera contener en sus letras la expresión acróstica "Torremolinos, Universal Reclamo Intensamente Soleado, Maravilloso, Óptimo". Torremolinos está tan profundamente unido al turismo, que no se concibe el turismo sin Torremolinos. En la mente del viajero que busca playa, descanso, esparcimiento y sol, Torremolinos es sinónimo de turismo y de todo lo bueno que el turismo representa. Fascina al turista, amén del atractivo de la urbe y su bondadoso clima, la ubicación idónea de Torremolinos, punto central costero desde el que desplazarse cómodamente a otros lugares andaluces para contemplar sus maravillas naturales y arquitectónicas.
Cada primer jueves de septiembre celebra Torremolinos el Día del Turista. Esta peculiar jornada la dedica el pueblo a homenajear a todas aquellas personas foráneas que han tenido y tienen la gentileza de honrarnos con su esporádica presencia, y muchas de ellas con su fija o eventualmente larga permanencia en el municipio. En día tan memorable, el Ayuntamiento agasaja públicamente a una digna representación de fieles turistas, preferentemente entre los que optaron por establecerse en el municipio o laboraron arduamente en pro de él. Al mismo tiempo se galardona a empresarios y profesionales turísticos que durante años contribuyeron a sostener el turismo en Torremolinos. La manifestación suprema de gratitud al visitante se centra simbólicamente en la figura del "Turista de Honor", habitualmente un personaje popular vinculado con Torremolinos. Después de los actos conmemorativos, el alcalde y ediles del Consistorio comparten en la plaza pública una gran paella con foráneos y autóctonos.
Turistas singulares en la memoria del pueblo torremolinense fueron, entre otros, Carlota Alessandri, María Barrabino y Mister George Langworthy, el famoso "inglés de la peseta", que ya a finales del siglo XIX y principios del XX eligieron Torremolinos como el lugar idóneo de su definitiva residencia. Mister Langworthy fue nombrado "Hijo Adoptivo y Predilecto del Pueblo" por el Ayuntamiento en 1918. Carlota Alessandri y Mister George Langworthy fueron pioneros impulsores del turismo en Torremolinos, décadas antes del impresionante "boom" de los años cincuenta y sesenta. Digno es de notar que los primeros visitantes de Torremolinos fueron, a principios del siglo XX, los malagueños de la capital, que hallaron en las playas torremolinenses el más saludable de los climas.
Los turistas ingleses de Gibraltar serían, por la misma época, los primeros extranjeros que aquí descubrirían un mundo de ensueño.
Ilustres visitantes de Torremolinos fueron, en 1926, el Rey Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia, durante su gira con motivo de la inauguración del manantial del Albercón. En 1927 la Reina volvería a Torremolinos para el acto de colocación de la primera piedra del Sanatorio Marítimo. Al final de la década y principios de los treinta se hospedaron en el Castillo de Santa Clara el célebre escritor de la Generación del 27, Luis Cernuda, que dedicó un extenso poema al cementerio de Torremolinos, y los inmortales Picasso y Dalí. Durante los años del boom turístico desfilaron por el privilegiado suelo de Torremolinos personalidades como: el rey Fahd de Arabia Saudí, Lady Churchill, Juan Domingo Perón, la princesa Soraya, Frank Sinatra, Claudia Cardinale, Anthony Quinn, Sean Conery, Alain Delon, Ava Gadner, Brigitte Bardot y un largo elenco de personalidades artísticas, literarias y políticas. En los archivos del Hotel Pez Espada constan además, entre otras muchas, las visitas de Don Juan de Borbón y su hijo, el entonces Príncipe de Asturias Don Juan Carlos.
No es posible separar el turismo torremolinense de su típico y exquisito "pescaíto", palabra popular acuñada por los nativos que, a mediados del siglo XX, ofrecían gratuitamente a los visitantes las delicias fritas de la mar en sus rústicos chiringuitos de La Carihuela. El "pescaíto frito" de Torremolinos es manjar de primer orden en las mesas del turismo. Retórica muestra es la Feria Internacional del Turismo (FITUR), que en el primer mes del año se celebra en Madrid. En ella se patentiza el triple sinónimo de "Torremolinos/Turismo/Pescaíto", subconsciente y acertado slogan que sienta las bases turísticas del pueblo turístico por excelencia.
Dado que el turismo es la principal fuente de ingresos del municipio de Torremolinos, el reconocimiento al turista es virtud apropiada que el Ayuntamiento no descuida. El Día del Turista es tan solo la exteriorización del sentimiento popular hacia el visitante: pero, para Torremolinos, todos los días del año son Día del Turista. En Torremolinos vivimos con el corazón y los brazos abiertos para recibir calurosamente al turista nuestro de cada día.

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