Estoy repasando la página no actualizada de Podemos Andalucía y mirando la cara de los miembros del Consejo Ciudadano Autonómico. Ahí tenemos un montón de gente que quiere cambiar el mundo, que quiere cambiar el sujeto político, que quiere cambiar el equilibrio de poder, y que no es capaz de actualizar una cochina página para eliminar a los miembros que han dimitido.
Veo a tres personas que han ocupado cargos de altísima responsabilidad, Jesús Rodríguez, Nacho Molina y Rocío Van der Heiden, que mientras los ocupaban se hacían firmantes de la creación de un segundo partido a nivel autonómico: Marea. Luego nos preguntaremos por qué tanta gente de Podemos se ha tenido que presentar por otro lado en las municipales y por qué se ríen cuando según quién los llama traidores.
Uno de los miembros es Pérez Ganfornina, actual Secretario de Comunicación de mi partido en mi Comunidad Autónoma, que tiene 29 añitos y que con 26, según la ficha que él mismo escribió, decía estar «Convencido de que Podemos es una herramienta fundamental para el cambio político en el estado español», y que ahora dice que no, dice en Viento Sur, en una carta con capacidad para atorrar a toda la Guardia de Noche y la mitad de los Caminantes Blancos, que hay que apostar por Adelante Andalucía. Pero la clave de su presentación es realmente esta: «He hecho todo lo que me digan que haga…» Y después pareciera que se ha levantado un rebelde.
Una de las cosas que le han dicho que haga es comerse los dos últimos consejos ciudadanos estatales para presentar un análisis infumable de la realidad y salir de allí poco menos que corrido a boinazos, porque su misión era, entre otras cosas, decir: «mira, lo hemos hecho todo mejor que vosotros, tenemos un 1% más y un alcalde».
Me da un poco de lástima porque a este chico parece que nadie le ha explicado qué es un secretario de comunicación. No es un muñeco de ventrílocuo ni el que pone la cara para que se la rompan; es quien decide qué se dice, cuándo se dice, a quién se dice y cómo se dice para alcanzar los objetivos políticos y organizativos del partido.
Y como él no decide qué, cómo, cuándo, a quién o por qué, le sale la carta que le sale en Viento Sur, donde después setenta y cuatro giros semánticos y colocar párrafos que podrían formar parte de la estructura de una pirámide escalonada, acaba concluyendo, sin relación de ideas válida ninguna, que ahora hay que apostar por Adelante Andalucía. Pero teniendo en cuenta que no hay ninguna relación de ideas válida, tanto podría haber dicho que hay que trasladarse a una base submarina frente a Costa Ballena. Y esto es lo que sucede, queridas niñas y niños, cuando alguien te quiere atracar a punta de navaja y te quiere convencer de que es lo mejor para todos, que al final ves lagunillas en su razonamiento por muchas horas que te lleves soportando su pesada charla en un callejón mal iluminado.
Convencimientos fatuos los tuyos, Ganfornina. Qué raro suena que todos hayáis llegado a la conclusión de que hay que abandonar el barco cuando esas suelen ser decisiones individuales y dolorosas.
Pero, en cualquier caso, permíteme que te recuerde: Teresa Rodríguez ha tenido siempre manga ancha para hacer exactamente lo que quisiera en Podemos Andalucía. Confeccionó el reglamento para las primarias andaluzas que más le beneficiaba, se le ha permitido que en Andalucía se presente la marca Adelante y nombra liberados a discreción. No queréis confederación. Queréis eliminar la competencia, a Podemos.
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