La sevillana María Salmerón, indultada de cumplir una pena de cuatro meses de cárcel por incumplir el régimen de visitas de su hija con su exmarido, se ha reafirmado hoy en que siguió los deseos de su hija de no ver a su padre, en el proceso que se sigue contra ella por presunta querella falsa.
Salmerón ha declarado hoy como investigada por un presunto delito de querella falsa, en un proceso abierto para que responda a la denuncia presentada contra ella por su exmarido, que fue condenado a 21 meses de prisión por los malos tratos físicos, psicológicos y sexuales que le infligió.
María Salmerón presentó hace dos años una querella por presuntas torturas psicológicas contra su exmarido hacia la hija de ambos, que fue archivada por no tener contenido penal, mientras que el recurso fue igualmente archivado, ya que ambas salas, la 15 y la 7 de los juzgados de Sevilla, entendieron la no admisión por no ser hechos constitutivos de infracción penal.
Salmerón ha explicado a Efe que se ha acogido a su derecho a no declarar ante la jueza ni la acusación, "y solo he contestado a las preguntas de mi abogado, manteniendo que lo que he hecho es ser la voz de mi hija, y denunciar los hechos que ella me relataba".
"Mi hija es menor de edad, y yo soy la voz de ella, con lo cual no puede haber denuncia falsa", ha aseverado, para añadir que la declaración de su hija será "fundamental" en este caso, por lo que va a pedir una exploración de la menor como complemento al sumario.
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