La acusación particular ha pedido 31 años de cárcel para un hombre que apedreó y dejó en coma a una niña de 13 años, después de trabar amistad con ella a través de la red social Tuenti, ya que le imputa delitos frustrados de asesinato y homicidio contra la menor y contra su abuela, que salió en su defensa.
La Fiscalía de Sevilla ya ha pedido 29 años y medio de cárcel para el acusado José Antonio G.R., que se encuentra en prisión provisional, y ahora la acusación particular, que ejerce el abogado José Manuel Bejarano, ha pedido un total de 31 años de prisión.
El letrado solicita 18 años de cárcel por un delito de asesinato en tentativa contra la menor, cuatro años y medio por homicidio frustrado de su abuela, seis años por dos delitos de abuso sexual, un año por provocación sexual y un año y medio por amenazas.
Los delitos de abuso sexual se produjeron porque el acusado, entonces de 26 años, tras conocer a la niña de 11 años a través de Tuenti, le solicitó que hiciese ante él, vía internet, actos de contenido sexual.
Además, al menos en cuatro ocasiones entre los años 2010 y 2011 se desplazó desde Málaga a Utrera (Sevilla), donde vivía la menor, se encontró con ella y le hizo tocamientos con ánimo libidinoso y sin su consentimiento, y en un día de abril de 2010 la llevó a un parque, se introdujo en una cabaña y le hizo tocamientos por encima y por debajo de la ropa.
En agosto de 2011, estando la niña pasando unos días de vacaciones con un amigo, el acusado llamó por teléfono a ese chico para hablar con la menor y le hizo amenazas de muerte.
Ante la nueva negativa de la niña a mantener relaciones sexuales con el procesado, éste se desplazó el 27 de agosto de 2011 a Utrera y "pasó gran parte del día y de la noche llamando con insistencia a la puerta y ventana" de su vivienda, según el escrito de acusación al que ha tenido acceso Efe.
El 28 de agosto, estuvo esperando a la víctima oculto junto a su domicilio y cuando ella regresó de tirar la basura, con ánimo de matarla le lanzó una piedra de considerables dimensiones a la cabeza.
La niña cayó inconsciente, y entonces José Antonio cogió un destornillador que llevaba y se dirigió a ella para seguir agrediéndola, momento en que se interpuso la abuela, María Concepción S.T., de 79 años, quien forcejeó con el acusado y recibió "fuertes golpes en la cabeza y los brazos" con la piedra.
Aprovechando que la niña estaba en el suelo "inconsciente y desvalida", el acusado la golpeó en la cabeza "de forma violenta y reiterada, incrementado considerablemente su dolor y sufrimiento".
La víctima sufrió traumatismo cráneo-encefálico severo, fractura craneal, traumatismo facial, fractura de la órbita derecha, fractura de la nariz y del maxilar, infección pulmonar aguda y hemorragia subaracnoidea, entre otras lesiones, que la mantuvieron 44 días hospitalizada y de las que tardó 93 días en curar.
Además del daño estético "bastante importante", le ha quedado un trastorno de la personalidad por el que ha tenido que recibir tratamiento psicológico, por lo que Bejarano solicita 165.836 euros de indemnización por el daño moral, las lesiones y las secuelas de la niña, y para su abuela el pago de 43.646 euros.
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