El Gobierno de José Luis Sanz espera el respaldo de todos los grupos municipales a la nueva ordenanza de limpieza, que endurece las sanciones por pintadas vandálicas o rebuscas que dejen restos, obliga a los eventos acotados a restituir la normalidad en la zona en la que se celebren y regula la gestión de los residuos de los apartamentos turísticos, que tendrán que informar de horarios y localización de contenedores a sus inquilinos y empresas de limpieza.
“Era necesario actualizarla y entiendo que todo el mundo estará de acuerdo, incluso con Vox estuvimos trabajando incorporando sugerencias de pintadas vandálicas”, explicaba la delegada de Limpieza, Evelia Rincón, en la presentación de la ordenanza, que se llevará a Pleno este jueves para su aprobación definitiva, tras adaptarse a la normativa superior y actualizarla ante el crecimiento de la ciudad, de los eventos y del turismo.
Entre las principales novedades que incluye la norma y que ha querido destacar Rincón se incluyen las pintadas vandálicas, para las que ya se ha puesto en marcha un dispositivo específico coordinado por Lipasam, Gerencia de Urbanismo y Parques y Jardines. La novedad es un incremento significativo de las sanciones, que dejan de ser leves y pasan a ser graves, con una multa de 750 a 1.500 euros, aunque las muy graves, las que afectan al Patrimonio, la horquilla sube de 1.500 a 3.000 euros. Además, la imposición de estas multas es “independiente” de que la persona autora del vandalismo tendrá que restituir el bien a su estado original.
También se regula la gestión de los residuos en los apartamentos turísticos, obligando a su propietario a informar a sus inquilinos de cómo se realiza la recogida selectiva, los horarios y la ubicación de los contenedores, y que se extiende también a las empresas de recogida de residuos, que tendrán que cumplir las normas.
Esta medida se complementa con la prohibición absoluta de depositar basuras en las papeleras y también con la de depósito de enseres en la vía pública, que ahora Lipasam tendrá la potestad para retirarlos de manera inmediata si el depósito “es constante”, multas incluidas. También se endurecen las sanciones por rebusca, de forma que pasa de leve a grave, con multas de 750 a 1.500 euros, si afecta al mobiliario urbano o se dejan restos en el suelo.
Ahora se considerarán infracciones graves, con multas desde los 750 a 1.500 euros, el “satisfacer las necesidades fisiológicas en la vía pública” y dejar cigarrillos encendidos en papeleras o contenedores; y podrán ser multables con hasta 750 el acopiar y acumular con carácter permanente elementos voluminosos y enseres en el espacio público, no mantener limpia el área afectada por su actividad y su zona de influencia y no emplear agua para minimizar el ensuciamiento tras la micción de animales de compañía.
Otra novedad es la obligatoriedad que tendrán los eventos que se celebren de forma acotada de “devolver la normalidad a su zona de influencia”, lo que afectarán a la hostelería, al comercio y a cualquier tipo de iniciativa que ocupe un espacio determinado. “Si hay un partido, la Fun Zone la tiene que limpiar el que lo organiza, el objetivo es que el que celebre, limpie”, ejemplificaba Evelia Rincón, recordando que la limpieza de la zona de influencia de un bar se regula también en la ordenanza de veladores.
La normativa también prohíbe ensuciar el pavimento por el arrastre o transporte de bolsas o residuos y arrojar chicles, establece como obligatorio el “minimizar el impacto de las micciones de los animales” con empleo de agua (hay multa), y apuesta por disminuir el uso de caramelos duros y masticables así como minimizar el efecto de la cera, sin llegar nunca a prohibir el uso de cirios.
En cuanto a la recogida selectiva, se impone como obligatoria y además se traspone la obligatoriedad que ya establecía la Ley de Economía Circular (artículo 11, apartado 3 de la Ley 7/2022, de 8 de abril), que la ciudad deberá contar con una tasa "específica, diferenciada y no deficitaria, que permita implantar un sistema de pago por generación y que refleje el coste real, directo e indirecto, de las operaciones de recogida, transporte y tratamiento de los residuos", es decir, el conocido como impuesto a vertedero.
Rincón ha anunciado un refuerzo del servicio de inspección de Lipasam, aunque tendrá una primera fase informativa que va “no tanto a la sanción sino a la concienciación”, recordando que se han realizado 42.500 acciones inspectoras, con un incremento de un 50% de inspecciones, levantándose 3.084 denuncias, lo que supone un 77% más que en 2023, cuando se levantaron 1.741 denuncias.
La delegada también ha incidido en la importancia de la cooperación de los ciudadanos y ha anunciado la puesta en marcha de una línea de atención directa, para consultas o aportaciones de sugerencias, a través del correo electrónico inspección@lipasam.es.
En cuanto a los cubos individuales del centro, que se anunció la búsqueda de alternativas, Rincón ha reconocido la complejidad del tema pero que “ahora no nos están llegando quejas” sobre este aspecto y sí sobre los contenedores soterrados, que ha achacado a que hostelería y comercios depositan un volumen mayor del que le está permitido y los sobrecargan, con las consiguientes quejas vecinales.
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