Las dos elecciones primarias en Ciudadanos y Podemos han confirmado a los actuales dirigentes de ambos partidos en Andalucía. Juan Marín y Teresa Rodríguez han resultado reforzados en sus respectivas contiendas internas. Aunque de manera diferente. Mientras que el líder de Ciudadanos ha contado con el apoyo cerrado del aparato de su partido y de su máximo dirigente, Albert Rivera, tras haber anulado –mediante pacto- al posible principal competidor en su partido, el diputado granadino Luis Salvador, Teresa Rodríguez ha tenido que vencer la oposición de los líderes nacionales de Podemos – Pablo Iglesias y Pablo Echenique – que impulsaron una candidatura alternativa.
El resumen de las primarias no es la misma para ambos. En primer lugar, el porcentaje de una dirigente de fuerza autónoma, la onubense Elena Bago. Sin apoyo de nadie ha alcanzado un 23% de respaldo y ello denota un determinado malestar entre la militancia escasa de Ciudadanos en Andalucía. Esa es otra de las debilidades. El número de participantes ha sido muy corto, como lo es el de afiliados. Es una flaqueza estructural de un partido que necesita mayor implantación si quiere consolidar lo que las buenas perspectivas que las encuestas anuncian. Teresa Rodríguez se ha alzado con un respaldo de las tres cuartas partes de sus inscritos, lo que representa un éxito, dada la oposición del aparato central, cuya candidata, la diputada Isabel Franco, ha logrado un magro 22%. El triunfo de Rodríguez tiene dos corolarios: el reforzamiento de la confluencia con Izquierda Unida y de la oposición –a veces obsesiva- hacia la presidenta andaluza.
Ciudadanos es una nueva parte de la oposición andaluza, una vez que Albert Rivera ha entrado en campaña y se ha declarado en disposición –tras haber propiciado la investidura y aprobado presupuestos- de “echar al PSOE” como motivo principal de su aparición reiterada en Andalucía. "Si se le puede ganar a los nacionalistas en Cataluña, se le puede ganar al PSOE en Andalucía" ha expresado Rivera, en una comparación desafortunada. Si necesitaba un motivo Susana Díaz para un adelanto electoral –casi técnico- Ciudadanos se lo ha regalado.
Queda la posición del Partido Popular. Inmerso en sus primarias nacionales y alineado con Soraya Sáenz de Santamaría, el candidato popular Juan Manuel Moreno Bonilla, está en ascuas sin conocer el final de su apuesta.
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