'El Ruso', doce años después de su salida, ha atendido a los medios de comunicación en la previa del encuentro del domingo a las 19:00 horas, en el que el San Fernando CD se enfrentará al Orihuela. El club azulino comienza su andadura en Segunda Federación a 573 kilómetros de casa y contra uno de los favoritos al ascenso. Presumiblemente, y viendo la plantilla que ha conformado, el Club Deportivo es el principal candidato al ascenso directo. Ante las preguntas de los periodistas, esto respondía Antonio Iriondo:
- 12 años después, vuelve al banquillo del San Fernando en un partido oficial...
Me fui, por las razones que fueran, pero nunca quise irme. Al final, las cosas se han dado de tal manera que he vuelto. La gente tendrá que soportarme aquí un poquito más.
- Con la misma ilusión que entonces...
Yo creo que con más, porque cuando tienes más años eres más consciente de que te queda menos tiempo. Y entonces, hay muchas cosas por hacer aquí, en mi equipo. Le das mucha más importancia, la ilusión es más grande y, quizás, el conocimiento que tenía hace doce años ha cambiado. Todo en la vida cambia y, a lo mejor, he cambiado lo suficiente como para ser un poquito mejor.
-Este año el grupo es totalmente nuevo y quiero aglutinar dos preguntas. ¿Cómo ha sido esa cohesión y cuál es el papel de Yerai Dávila, el único superviviente de la plantilla del año pasado, a quien sus compañeros refieren como capitán? Quisiera saber un poco más sobre el estatus del grupo.
Yerai, durante los primeros días, era el que sabía dónde estaba el campo de entrenamiento, dónde estaba el vestuario, y todo eso. Pero las capitanías las repartimos como hacen los indios, entre los más viejos del lugar. No es solo por los años, sino porque tienen experiencias que pueden aportar al resto de compañeros que son más jóvenes. La capitanía la llevan los hombres más mayores.
Por otro lado, la cohesión es fundamental. Primero, hay que encontrar esos espacios donde la gente empatice, porque esa es la base de la cohesión. Luego, en torno a un modelo de juego, hay que cohesionarse. Pero claro, la primera realidad es encontrarse como seres humanos que tienen una finalidad común. Hasta ahora hemos hecho eso y ahora estamos tratando de que esos mecanismos funcionen para que no haya que pensar las cosas, sino sentirlas. El fútbol es mucho más rápido cuando se siente, no cuando se piensa. Estamos en un proceso. Yo espero que, en el momento en que estamos ahora, estamos bien, pero que todavía podemos mejorar; nos queda tiempo aún.
- ¿Qué valoración hace de la pretemporada? ¿Qué cosas le han gustado más y cuáles menos?
Me ha gustado todo, porque lo que hemos hecho bien me ha gustado, y lo que no estaba tan bien nos ha dado la posibilidad de mejorarlo. Estoy muy contento porque hemos formado un buen grupo humano, y creo que esa es la base fundamental para empezar a trabajar.
- Germán y Manel, dos guindas para la plantilla.
Son dos jugadores más que nos pueden aportar muchísimas cosas. Una cosa que, quizás, ha hecho bien nuestro director deportivo es no tener prisa, estar tranquilo, y observar qué es lo que nos puede faltar para poder fichar. Ahora mismo, tenemos una ficha disponible para mayores de 23 años y cuatro para menores de 23 años, además de todo el equipo juvenil y el equipo B. Es decir, estamos en una situación inmejorable para, en caso de que veamos que alguien no se adapta o que haya lesiones, tener la capacidad de respuesta.
- ¿Cómo cree que puede afectar la presión del objetivo del ascenso?
Tendríamos que palpar hasta qué punto eso representa una presión para los jugadores. Yo, a nivel personal, nunca he sentido presión, porque siempre me he exigido muchísimo más de lo que me exige un equipo. Normalmente, los equipos te exigen que ganes y ni siquiera te dicen cómo. Yo quiero que el equipo juegue muy bien y además gane. Mi día a día es disfrutar con el método que haya que aplicar en cada instante para encontrar las posibilidades de mejora. No me paro a pensar en ningún tipo de presión ni en dónde vamos a llegar; bastante tengo con el día a día.
- El Orihuela es un serio candidato al ascenso.
En teoría, así es. Es un buen equipo y el primer partido parece que no tiene importancia, pero sí la tiene, y mucho más en el caso del Orihuela, que juega en su casa. Para nosotros es muy importante porque, de algún modo, mi forma de ver lo de dentro y lo de fuera es que vamos a nuestro campo. Lo que pasa es que ellos llegaron antes, pero va a ser nuestro campo, y vamos a tratar de jugar como si estuviéramos en casa. Sé que también el apoyo de los más de dos mil quinientos socios que estarán empujando suma mucho, y eso ayuda a los jugadores.
- Antes ha dicho que han cambiado mucho las cosas en estos doce años. ¿Cómo ha cambiado "su club" en todo este periodo?
Lo que más me ha gustado es que hemos recuperado los colores que teníamos cuando yo estaba aquí, que creo que son los del San Fernando. El año pasado veía las mangas oscuras y pensaba: ¿dónde está el azul completo? Independientemente de ese chascarrillo, creo que la gran diferencia que he notado es en la organización dentro del club. Una cosa es el club y otra cosa es el equipo. Ambas partes tienen que estar unidas y crecer juntas, no por separado. Creo que este club ha crecido, o aparentemente ha crecido, en la estructura de todo lo que no es el equipo, y eso, sin duda, repercute en el equipo. Pero lamentablemente, el equipo no ha conseguido los resultados. Alguna razón habrá, y eso es digno siempre de análisis, de aceptación, y de intentar mejorar. Vamos a ver si somos capaces de recuperar el sitio que tanto la afición como el club merecen en este momento.
- ¿Cómo está Manel?
Está algo tieso. Ha estado entrenando, pero no es lo mismo entrenar por tu cuenta en un gimnasio o correr por el parque que hacerlo aquí con el equipo. Hoy ha conocido a sus compañeros y los irá conociendo un poco más cada día, pero, efectivamente, tiene que ponerse en forma.
- ¿Puede ser el momento de Mateo o Dennys?
Sí, este es su momento, y no sé si dentro de dos meses también lo será. Creo que tengo una plantilla con muchos jugadores. Como ficha del primer equipo tengo veinte, pero también quiero contar con nuestros chicos del B. Si alguno lo hace mejor que los que están en el primer equipo, tendrán las puertas abiertas. De hecho, estamos entrenando todos juntos, y no creo que los jugadores del equipo A se sientan mucho más que los del B, porque saben que si aprietan, son parte del equipo. Lo que pasa es que compiten en otra categoría.
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