“Se trata de una absoluta anormalidad que los colegios de dentistas no podemos parar”. En esos términos se dirigió el Colegio Oficial de Dentistas de Sevilla a la Delegación Territorial de Salud en la carta que remitió a ésta hace poco más de un año, en marzo de 2017, para dar la voz de alarma sobre lo que estaba a punto de ocurrir con las clínicas iDental.
En particular, destaca el incremento de las quejas y reclamaciones por tratamientos de las dos clínicas iDental situadas en SevillaEl escrito, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso Viva Sevilla, es muy contundente. Con él, el Colegio, casi a la desesperada, pretendía hacer un llamamiento a la Consejería de Salud para que actuase sin más dilación. ¿La razón? Según exponían en su misiva, los dentistas sevillanos percibieron que algo grave estaba ocurriendo con las clínicas iDental de la capital hispalense, las cuales ya habían empezado a ser objeto de un “desproporcionado y desmesurado número de quejas y reclamaciones” por parte de sus clientes.
“El motivo de dirigirle esta carta es para transmitirle (a la delegada de Salud en Sevilla, María Ángeles Fernández Ferreiro) nuestra preocupación por el incremento (de incidencias) que los colegios de dentistas están recibiendo por tratamientos dentales realizados en las clínicas dentales de nombre comercial iDental”, introdujo Luis Cáceres Márquez, presidente de los dentistas hispalenses y firmante de una carta que se envió exactamente el 28 de marzo de 2017, y que tuvo entrada en la Delegación de Salud en Sevilla el 3 de abril.
Por entonces, el Colegio de dentistas de Sevilla, junto con el resto de organizaciones colegiales del país, ya manejaba datos concretos. Por supuesto también de Sevilla, que fueron los que motivaron que se pusieran en alerta.
“En particular, destaca el incremento de las quejas y reclamaciones por tratamientos de las dos clínicas iDental situadas en Sevilla. Solamente en los tres meses de lo que llevamos de 2017, se han recibido 43. Y en los últimos seis meses de 2016, se recibieron 49. Datos que nunca antes se habían producido en otras clínicas”, exponían a la Delegación de Salud en su escrito.
En él recordaban, además, el protocolo de actuación que tienen estipulado todos los órganos colegiados de Andalucía en relación a cada incidencia. “Todas ellas son motivo de apertura de un expediente en la Comisión Ética, Deontológica y Mediación, en el que son citados tanto los pacientes como los dentistas y representantes de las clínicas dentales”, detallaban.
En cualquier caso, resulta evidente que los profesionales sevillanos empezaban a ser conscientes, por entonces, de la gravedad de una situación que, con toda probabilidad, según vaticinaban, evolucionaría a peor. Así se lo advirtieron a la Junta, de hecho, con crudeza.
“Se trata de una absoluta anormalidad en el funcionamiento de esas clínicas que está ocasionando graves perjuicios a los pacientes que acuden a ellas y que los colegios de dentistas no podemos parar”, clamaba el Colegio.
Vaticinio
“Es por ello que ruego que desde esa Delegación se adopten las medidas oportunas para evitar mayores daños y perjuicios a la población, pues no existen indicios de solución por parte de la empresa propietaria (iDental)”, finalizaba aquella carta del presidente de los dentistas sevillanos.
La voz de alarma del Colegio hispalense fue una señal explícita que indicaba que el escándalo del fraude de los tratamientos de iDental estaba a punto de estallar. Pero ni mucho menos fue el primer indicio.
Viva Sevilla ya publicó este miércoles el contenido del informe que la Inspección Provincial de Servicios Sanitarios (IPSS) de Sevilla elaboró previo a la apertura de la clínica de Nervión, y cuyo dictamen era desfavorable por no reunir el centro que iba a abrir “los requisitos mínimos exigibles”.
En su dictamen, de julio de 2015, los inspectores reflejan que se detectaron equipos no registrados, salas sin accesos, e incluso lo que iDental pretendía convertir en un “laboratorio” ilegal de prótesis. Pese al informe desfavorable, la administración acabó autorizando su apertura.
La Junta no verificó la clínica de Nervión
Precisamente en relación a ese informe desfavorable que la Inspección Provincial de Servicios Sanitarios de Sevilla, la Consejería de Salud se limitó este miércoles a asegurar a este periódico que las deficiencias sí “fueron subsanadas” por la cadena.
Sin embargo, admitió que no realizó una nueva visita de cara a comprobar in situ que las anomalías habían quedado corregidas. “La normativa no exige realizar una nueva visita inspectora, ni tampoco exige que sea el mismo inspector”, argumentó Salud a Viva Sevilla. Por ello, la autorización fue concedida el 23 de noviembre de ese año.
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