La dama del poncho rojo, como la llamara Joaquín Sabina, admite que este disco "fue un lujo" que se dio, un disco que hizo porque le "dio la gana", inspirada por la vida y la amistad.
"Ese es mi oficio: despertar ese sentimiento con la vida. A mis 91 años me sentí muy bien haciendo '¡Por mi culpa!', lo disfruté mucho y todo me hizo feliz: la música, mis acompañantes, todo estuvo muy bien el día en que lo grabamos", asegura entrevista telefónica con Efe la cantante, nacida en Costa Rica y de nacionalidad mexicana.
Editado por Discos Corasón, el disco fue producido por Chavela Vargas, Mary Farquharson y Eduardo Llerenas, quienes dieron forma a ocho canciones de la inspiración de compositores como José Alfredo Jiménez, Álvaro Carrillo, Agustín Lara y la propia cantante.
En "Las ciudades" canta junto a Eugenia León; "Un mundo raro" cobra vida al lado de Jimena Giménez, mientras que "Luz de luna", se constituye como el único tema en el que la voz de Chavela Vargas aparece en solitario.
Para interpretar "Las simples cosas" se hizo acompañar de "La Negra Chagra" y "¿A dónde vas, paloma?" mezcla la voz de Chavela y Mario Ávila; en "Piensa en mí" hace dúo con Pink Martini y en "Nosotros" su voz vibra junto a la de Joaquín Sabina para dar paso al cerrojazo con "Vámonos", al lado de Lila Downs.
"Posiblemente si no nombro a alguien más es porque no estaba, porque yo nunca dejo de reconocer a la gente que trabajó conmigo, a quienes admiro mucho", agrega.
La nueva producción incluye la canción "¿A dónde vas, paloma?", un tema inédito con música de Mario Ávila y letra de Chavela Vargas, quien a través de él proyecta su personalidad y la inspiración de la cantante.
"Exactamente, es autobiográfica y descriptiva totalmente", admite Chavela y añade que fue el paso de los años el que la inspiró a componer la canción.
"Porque se van como palomas, se van de las manos, se van a todas partes; se hacen palomas que parten para allá, a donde no hemos llegado aún", explica.
Chavela Vargas mantiene su espíritu bohemio y no olvida la época oscura por la que pasó hace un par de décadas; aunque se sabe una leyenda de la música ranchera, admite que le gusta la sencillez, por eso su canción favorita del nuevo disco -editado ya en México- es "Las simples cosas", un tema que interpreta junto a "La Negra Chagra".
"La canción que dice: 'Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida y entonces comprende cómo están de ausentes las cosas queridas'. Esta es la canción a la que yo le daría el Premio Nobel si se pudiera", expresa.
Chavela Vargas bromea, se le escucha alegre y tranquila, por ello el futuro ya no le inquieta y asegura que sólo quiere cantar, que es lo que más le gusta.
"A esta edad no se planea ya nada a largo plazo, tiene que ser inmediato. Posiblemente (me gustaría) grabar otro disco y hacer algo especial con mi manera de cantar, algo que no se ha hecho nunca y no puedo decir más porque me roban la idea, no tú, sino los que lean la entrevista", finaliza riéndose.
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