Malzieu ha señalado en una entrevista con Efe que siempre ha escrito sobre "temas que te tocan, temas cercanos, tanto si son resultado de episodios tristes como alegres".
"La alargada sombra del amor" (Mondadori) narra la aparición del gigante Jack al joven treintañero Mathias, que acaba de perder a su madre, y que le ofrece su sombra para combatir el dolor y la muerte.
El libro, confiesa Malzieu, nació inicialmente como "una necesidad, pero va más allá de la necesidad de describir unas emociones vividas durante el duelo", y por eso apuesta por el relato, por "todos los códigos del cuento".
Convertir ese duelo en materia literaria permite al autor escribir lo que quiere y como lo quiere, "como si hiciera una película", explica.
El gigante Jack es un personaje que, como reconoce Malzieu, inventó para sobrellevar el duelo por la muerte de su madre y se nutre de su padre, de Tom Waits, de Nick Cave, de las películas de Tim Burton, y en particular de uno de sus personajes, Big Fish.
Que el libro se convierta en superventas intergeneracional, como ya le sucedió con "La mecánica del corazón", es "la más bella recompensa para un autor", máxime cuando "el mercado tiende a compartimentar los libros según sean para adultos, para niños, para la izquierda o para reaccionarios".
Considera Malzieu que "un buen libro para niños tiene que poder ser leído también por los adultos".
El hecho de que "La alargada sombra del amor" aborde el tema de la muerte no impide que pueda ser leído por un lector más joven, pues, como el autor recuerda, "hay cuentos de los hermanos Grimm o de Andersen que hablan de la muerte desde un toque mágico y los mexicanos celebran la muerte como una fiesta".
En contraste, "en la cultura judeocristiana vivimos la muerte como si fuera un recogimiento oscuro".
Para Malzieu, mezclar la realidad con la magia ayuda a los jóvenes lectores a hacer una buena transición desde la infancia a la edad adulta e incluso se atreve a decir que "es más difícil hablar de la muerte a los adultos".
Al contrario que otros autores, Malzieu prefiere hablar de la muerte "sin la máscara del cinismo". "Es fácil caer en el cinismo -dice-, pero es una materia prima que en literatura se está utilizando en exceso y lo deseable es escribir sin máscaras, como cuando alguien es capaz de emocionar musicalmente con una simple guitarra".
Su próxima novela, que llevará por título "El hombre que devoraba las nubes", se moverá en los mismos términos, según anuncia.
Este nuevo libro explica la historia del "peor" especialista del cine que ha habido jamás, que sufre un accidente y en el hospital le descubren un cáncer incurable.
Allí, postrado en la cama, "revive sus sueños de infancia" y en su afán por salir, se arranca los catéteres, deshace las almohadas y con las plumas sale volando.
En el cielo de la noche conoce a una persona "mitad enfermera, mitad personaje fantástico", que le propondrá un pacto.
Cantante del grupo de rock francés Dionysos y ahora metido en la dirección cinematográfica, Malzieu tiene muy clara su auténtica vocación: "el origen de todo es inventar historias, pero con un bolígrafo puedes marcar el ritmo, la melodía, crear los personajes y además sin excusas".
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