Alcalá del Valle cuenta en el Cerro de Tomillo con el único conjunto dolménico con un menhir en la arquitectura megalítica de la provincia de Cádiz. Descubierto a principios de los años ochenta del siglo XX, su hallazgo dio lugar a excavaciones que se extendieron por las tierra colindantes de La Cacería y del Castrillón, donde la entonces Delegación Provincial de Cultura catalogó y registró 65 yacimientos arqueológicos prehistóricos y recuperó valiosos objetos como cerámica, herramientas o útiles de caza que están depositados, pero expuestos solo en una pequeña proporción, en los museos de Cádiz y Sevilla.
Finalizados los trabajos, los yacimientos fueron enterrados para ser preservados del expolio y la destrucción, salvo los Dólmenes de Tomillo “por su estado de conservación y la proximidad de las vías de comunicación, que posteriormente fue reforzado y rehabilitado, vallado en protección y cerrado en su acceso con una puerta sencilla”, según los informes técnicos que, tal y como recuerda el alcalde de la localidad, Rafael Aguilar, “recomiendan continuar las labores de excavación” para recuperar el valor patrimonial del conjunto tanto para el disfrute de los visitantes como para el desarrollo económico de la localidad.
En este sentido, Aguilar se muestra convencido de que la puesta en valor del parque prehistórico es una oportunidad para Alcalá del Valle, población situada entre las sierras de Grazalema y la de Ronda, dos importantes polos de atracción del turismo rural y del denominado turismo activo, deportivo o de aire libre.
“El municipio necesita este proyecto para la generación de empleo y riqueza, para reducir la dependencia de sus trabajadores de la emigración temporera, para bajar su elevado ínidce de desempleo, para apoyar en su puesta en valor puestos de trabajo directos y otros indirectos que se generen a través de pequeñas empresas que cubran los servicios complementarios a su explotación cultural”, insiste el primer edil en una misiva remitida a la Delegación Territorial de Cultura y Patrimonio Histórico el pasado 29 de enero.
Su titular, Mercedes Colombo, respondió al alcalde el 10 de febrero que la Delegación Territorial redactó en 2020 las fichas diagnósticos de los dólmenes del Carnerín y la Cacería “con la finalidad de conocer las pautas necesarias para proceder a su conservación, puesta en valor e integración en una ruta arqueológica de monumentos megalíticos en el término municipal”. En segundo lugar, apuntó que, “entre las propuestas de programaciones de las distintas materias para esta anualidad 2021 que componen la tutela de los bienes culturales, ha incluido intervenciones de conservación e investigación de los dólmenes citados”. Pero también advierte de que “dicha programación está sujeta a aprobación de nuestros servicios centrales de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y a la disponibilidad económica del ejercicio”. Por último, remite al Gobierno local al departamento de Museos y Conjuntos para facilitarle los trámites para la creación de una colección museográfica y deja en el aire, sin fecha, “la propuesta de estudio y documentación del resto de yacimientos arqueológicos del término municipal”.
El concejal de Cultura, Jonathan Moncada, considera que hace falta más compromiso. Parte de los yacimientos están en propiedades privadas, pero sus propietarios “están por la labor de colaborar”, afirma. Por otra parte, el coste de las actuaciones ronda los 50.000 euros. La Comisión de Cultura y Patrimonio Histórico del pasado 27 de abril debatió una proposición no de ley con las revindicaciones del Ayuntamiento a instancias de Adelante Andalucía y, aunque fue aprobada por unanimidad, la diputada del PP Pilar Pintor mantuvo los mismos argumentos de la Delegación Territorial y planteó enmiendas, aceptadas, que rebajan las expectativas de Alcalá del Valle.
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