Parando letras

Los verdaderos amigos

Yo no te elegí a ti. Tampoco a ti. No tuve el poder de hacerlo. Fue el destino quien os puso en mi camino

Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai

Yo no te elegí a ti. Tampoco a ti. No tuve el poder de hacerlo. Fue el destino quien os puso en mi camino. Fueron las casualidades de la vida las que hicieron que nos uniéramos. Y no me arrepiento de ello. No me arrepiento de que forméis parte de mí. De haber compartido absolutamente todo. Es más, si pudiera volvería el tiempo atrás para haberos conocido mucho antes. Para haber podido disfrutar el doble de lo que ya lo hice y lo hago a día de hoy. Y es que los amigos son la segunda familia. Aparecen de la nada y poco a poco se van convirtiendo en todo. En todo eso que necesitas en días buenos, pero sobretodo en los no tan buenos. Porque ya sabemos que todo el mundo se suma para celebrar los éxitos contigo, pero no todos te tienden la mano cuando necesitas levantarte después de una caída. Con el tiempo, cada cual va construyendo su vida, pero sin olvidarse de esas personas tan importantes que te han hecho disfrutar aún más de tu vida. Y pueden pasar días, semanas, meses sin veros, pero entre vosotros no habrá pasado el tiempo. Nada habrá cambiado. Porque todo sigue como siempre, tal y como lo dejamos la última vez. En la última risa, en la última cerveza, en la última charla, en el último abrazo, en el último ‘cuídate’. Son pocos amigos verdaderos los que llegamos a tener a lo largo de la vida, pero sin duda alguna, son lo mejor que te podría haber pasado: personas que algún día se cruzaron contigo que terminan haciéndose un gran hueco dentro de tu corazón.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN