El Centro Médico de la Universidad de Debrecen (DE OEC) en Hungría ha informado del nacimiento por cesárea de un bebé sano tres meses después de que su madre fuera declarada con muerte cerebral. La madre, afectada por un derrame cerebral, ha salvado la vida a otras cuatro personas al donar parte de sus órganos, dos días después del alumbramiento.
El bebé nació por cesárea en julio de 2013 noventa días después de su madre fuera declarada con muerte cerebral, tras ser intervenida en el centro hospitalario donde entro con un derrame cerebral cuando estaba embarazada de 15 semanas.
Los médicos que la intervinieron han señalado que la operación "fue un éxito", pero no recuperó la conciencia y cayó en coma; para mantener vivo al feto se mantuvo al corazón con ventilación mecánica y se le administraron tratamientos para mantener su funcionamiento el resto de órganos.
Los médicos han señalado que para conseguir mantener durante tanto tiempo al bebé en el útero han tenido que "superar innumerables problemas médicos". De trabajo realizado destaca la aproximación de familiares y enfermeras que se comunicaban con el feto diariamente tal y como lo hubiera hecho su madre.
Así, a partir de la semana 20, las enfermeras llamaban el feto por su nombre y la familia visitaba regularmente a la madre, de hecho el padre y la abuela acariciaban el vientre y hablaron con el bebé, además la radio estaba encendida todo el día en la habitación del hospital para que el feto pudiera escuchar siempre voces humanas y música.
"Fue un momento indescriptible", afirman desde el centro médico al referirse al momento del nacimiento en la semana 27 de gestación, cuando el bebé, una niña que pesó 1.420 gramos, lanzaba su primer llanto. El bebé fue dado de alta del hospital el pasado mes de octubre (se hubieran cumplido 37 semanas de gestación) y, según informan, se encuentra en buen estado de salud y se está desarrollando normalmente.
Tras dar a luz, la familia donó los órganos de la madre. Gracias a este acto altruista, cinco órganos sanos fueron donados a cuatro personas que los necesitaban para sobrevivir - dos de los órganos fueron recibidos por el mismo paciente-. Así, se trasplantó su hígado, sus dos riñones, su páncreas y su corazón.
El centro médico ha señalado que este "milagro" se ha conseguido gracias a una cooperación sin precedentes entre los distintos departamentos y el personal médico de la Universidad de Debrecen Médico y Centro de Ciencias de la Salud.
Un equipo médico complejo encabezado por el presidente de la DE OEC, Béla Fülesdi; el jefe de la Anestesiología y Cuidados Intensivos Departamento, el doctor Csilla Molnáry; y el anestesista y especialista en cuidados intensivos, obstetra y genetista clínico, el doctor Tamás Kovács, que "trabajó día y noche" para garantizar la circulación sanguínea de la madre, la ventilación, el equilibrio hormonal, nutrición adecuada y para aumentar las posibilidades de supervivencia del feto. El equipo también incluye un internista-endocrinólogo y un especialista en higiene hospitalaria.
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