El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, ha asegurado este miércoles que no habrá conversaciones formales sobre el proyecto de reforma inmigratoria aprobado por el Senado el pasado 27 de junio y que incluye la ciudadanía para los indocumentados, según ha informado la cadena Univisión.
Las declaraciones del líder de la Cámara constituyen una nueva señal de que los republicanos no discutirán el tema, por lo menos en lo que resta de 2013. La semana pasada dos congresistas republicanos, Mario Díaz-Balart (Florida) y Kevin McCarthy (California) habían advertido de que ya no hay tiempo para la reforma migratoria y que probablemente sería discutida en el 2014.
La respuesta de Boehner se registra en momentos que el presidente Barack Obama se reúne con líderes religiosos para hablar del tema y presionar a la Cámara de Representantes a que avance un proyecto de reforma migratoria comprensiva este año.
Boehner, además, ha advertido a los periodistas en el Congreso de que quiere enfocar el asunto por partes y no de manera global como quiere hacer la Casa Blanca y tal como se hizo en el Senado. Hasta la fecha, el Comité Judicial ha aprobado cinco enmiendas, todas ellas relacionadas con el tema de la seguridad y ninguna de ellas aborda la legalización de los 11 millones de indocumentados.
Tras las declaraciones de Boehner, el senador demócrata Bob Menéndez (Nueva Jersey) ha señalado que los comentarios del presidente de la Camara "son un insulto para la mayoría de los estadounidenses que quieren ver una reforma migratoria integral".
Menéndez ha denunciado que se trata de "el mismo tipo de obstruccionismo republicano que llevó al cierre del Gobierno el mes pasado". "Legislar como adultos requiere de cooperación y acuerdos", ha apostillado. En este sentido, ha concluido que "negarse a por lo menos negociar sobre este tema no refleja las verdaderas intenciones de la mayoría del Congreso de los Estados Unidos o del pueblo estadounidense".
PETICIÓN DEL PRESIDENTE OBAMA
El pasado 24 de octubre, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hacía hincapié en la necesidad de que el Congreso saque adelante este año una ley para arreglar el "quebrado sistema migratorio" norteamericano, en aras no sólo de mejorar la situación de miles de personas sino también de avanzar en términos de seguridad y economía.
"Hemos estado postergándolo durante demasiado tiempo", advirtió Obama, en un discurso en el que no dio ningún argumento nuevo pero con el que, según la CNN, el presidente aspiraba a poner de nuevo en primer plano una de las reformas que prometió llevar a cabo cuando llegó a la Casa Blanca.
Para sacar adelante la reforma migratoria, Obama necesita del consenso entre demócratas y republicanos, ya que los dos partidos se reparten el control de las dos cámaras del Congreso. En junio, los demócratas sacaron adelante un texto en el Senado que cayó en saco roto en la Cámara de Representantes.
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