El Ministerio de Asuntos Exteriores, después de elevar una protesta a Londres por el último suceso, cree que reanudar los contactos ayudaría a restablecer la confianza en el marco del Foro de Diálogo, que lleva paralizado desde hace seis meses, han informado fuentes del Ejecutivo español.
El departamento que dirige Trinidad Jiménez tiene preparadas varias propuestas que dejarían a un lado el litigio por el dominio de las aguas cercanas al Peñón y se limitarían a facilitar la labor de la Guardia Civil y de la policía gibraltareña en la persecución de los delincuentes en la Bahía de Algeciras, según las fuentes.
El Gobierno español no pone objeciones a que el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, siga formando parte de las conversaciones sobre este asunto.
La condición que le pone es que flexibilice su exigencia de que para acordar fórmulas de colaboración, España debe reconocer antes que el perímetro de las tres millas que rodean al Peñón está bajo control de las autoridades de la colonia, según las fuentes.
Gibraltar no tolera que la Guardia Civil patrulle o persiga a presuntos narcotraficantes en su costa sin avisar a su policía.
El Gobierno de la colonia emitió un comunicado el pasado martes en el que dejó claro que es precisa una solución política que respete "la jurisdicción en las aguas de la que cada una es responsable".
El Reino Unido respalda la postura de Caruana, mientras que España reclama el dominio de las aguas en virtud del Tratado de Utrecht (1713), que sólo estableció la cesión de las del puerto.
La última reunión de las tres partes para hablar de medidas de cooperación marítima contra la delincuencia se celebró el pasado 3 de noviembre en Madrid y concluyó sin acuerdo.
Desde entonces, el Foro de Diálogo, creado en 2004, está en suspenso, a pesar de que hay consenso para avanzar en otros capítulos, como comunicaciones, educación, medioambiente, visados, servicios financieros y fiscalidad.
Trinidad Jiménez se niega a hablar de cuestiones de soberanía con Gibraltar al considerar que es un asunto que concierne en exclusiva a España y el Reino Unido.
La ministra trasladó esta postura a su colega británico, William Hague, cuando se vieron en Londres el pasado 17 de febrero.
El Reino Unido no está dispuesto a modificar el estatus de la colonia sin el consentimiento de los gibraltareños, de ahí que no haya vuelto a negociar con España sobre la soberanía desde 2002.
Exteriores cree que el hecho de que Gibraltar celebre este año elecciones no favorece la búsqueda de una salida al contencioso de las aguas.
Caruana, en el poder desde 1996, aún no ha anunciado oficialmente si se presentará a la reelección.
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