La jugadora onubense de bádminton Carolina Marín ha reconocido que necesita todavía "asimilar bien" su lesión del domingo en las semifinales de los Juegos Olímpicos de París y ha agradecido el cariño "inabarcable" que ha recibido, en especial de su rival del domingo, la china He Bing Jiao, a la que ha agradecido "uno de los gestos más bonitos" que han tenido hacia ella en su carrera cuando la asiática subió al podio con un pin con la bandera de España.
"El domingo sufrí uno de los momentos más difíciles de mi vida. Han pasado unos días pero necesitaré más tiempo para asimilarlo bien. Supongo que la vida nos pone en situaciones que no queremos vivir y que nadie merece, pero debemos asumirlo y llevarlo de la mejor manera posible", destacó la onubense en un comunicado emitido en sus redes sociales.
Durante el duelo de semifinales del domingo, después de ganar 21-14 el primer set y cuando se imponía a la asiática por 10-6 en el segundo, la tricampeona mundial y heptacampeona asiática se fue al suelo llevándose la mano a la rodilla. Intentó continuar, pero después de disputar dos puntos más, se retiró entre lágrimas. Este lunes se confirmaba que sufría una rotura de la plastia del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y del menisco interno y externo.
Marín, campeona en Río 2016, también destacó el apoyo recibido y, sobre todo, el gesto de su rival del domingo, He Bing Jiao, que avanzó a la final por su retirada. La china cayó en la lucha por el oro con la surcoreana An Se-Young, pero quiso homenajear a la onubense en el podio, tomando con una mano la medalla de plata y con la otra un pin con la bandera española.
"Nunca había recibido tanto cariño, está siendo inabarcable. Pero seguro que me dejáis destacar a una persona: animé a He Bingjiao a disputar un buen partido en la final, porque la deportividad estaba por encima de todo. Pero el momento en el podium es uno de los gestos más bonitos que han tenido hacia mí jamás y siempre le estaré increíblemente agradecida", subrayó.
Por último, Marín recordó que lo sucedido puede servir "como ejemplo para la vida". "Y el domingo también fue así: si trabajas duro y te esfuerzas más que nadie en cumplir tus sueños, estos se pueden hacer realidad. Pero no siempre ocurre. Yo sí cumplí los sueños de la niña que salió de Huelva hace mucho tiempo, pero tenía otros por cumplir. No pasa nada, la vida sigue y yo seguiré buscando mis sueños. Ahora empieza otro camino, pero que ya conozco...", finalizó.
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