El Juzgado de Instrucción número 6 de Málaga ha requerido a las autoridades francesas que aclaren por qué el artista Invader no ha comparecido hasta ahora a declarar a través de videconferencia como investigado en el caso de la colocación de sus mosaicos en edificios de la capital malagueña integrados como Bien de Interés Cultural (BIC).
Invader, de origen galo, fue identificado el pasado año y se realizaron las gestiones con Francia para poder tomarle declaración como investigado a través de videoconferencia. Se dispusieron tres fechas diferentes este año --en concreto en los meses de enero, febrero y marzo-- y en ninguna de ellas fue posible finalmente tomarle declaración.
Por eso ahora, el juzgado que investiga esta causa en Málaga ha requerido a las autoridades francesas que aclaren los motivos por los que el artista no ha comparecido, para conocer si ha habido problemas con la notificación de las citaciones o si han existido otras causas, según han informado fuentes judiciales.
Este procedimiento se abrió tras la querella presentada por la Fiscalía por un presunto delito contra el patrimonio histórico artístico contra Invader y el entonces director del Centro de Arte Contemporáneo (CAC) Málaga y actual secretario general de Cultura de la Junta de Andalucía, Fernando Francés.
Francés sí declaró como investigado en su momento. Su defensa ha venido sosteniendo que se trata más de un tema de competencia administrativa que de orden penal. Desde el inicio de esta causa en el juzgado han comparecido también, pero como testigos, agentes del Seprona que realizaron la investigación, un policía local y algunos perjudicados.
La querella se presentó en relación con la colocación de 15 mosaicos a finales de mayo de 2017 en calles y fachadas de edificios de Málaga capital, entre ellas la del Palacio Episcopal y la del de Salinas, "sin consentimiento de los titulares" y que están catalogados como BIC.
El fiscal entendía que, presuntamente, el artista vino por invitación y previo concierto con el exdirector del CAC. De hecho, la investigación inicial apuntaba a la supuesta intervención de este porque esa pinacoteca, presuntamente "por orden de su responsable", remitió solicitudes de autorización para dicha actuación a diversos propietarios de edificios; peticiones que tuvieron en su mayoría respuesta negativa, aunque se colocaron los mosaicos.
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