Efectivos del Grupo de Protección de la Naturaleza (Grupona) de la Policía Local de Málaga, junto operarios del Centro Zoosanitario, han llevado a cabo una actuación en una vivienda situada en la zona norte del Distrito Centro de la ciudad, en la que una pareja cobijaba a más de 100 gatos.
La intervención se inició a raíz de denuncias vecinales con motivo de las molestias originadas por la gran cantidad de gatos que acogía la familia, tales como malos olores o aullidos nocturnos, lo que motivo que el pasado mes de septiembre del pasado año, policías locales se personaran en el inmueble, han informado desde dicho cuerpo policial.
Allí, los agentes comprobaron que el inmueble había sido dividido en dos y que los gatos se encontraban supuestamente "hacinados en un patio de 12 metros cuadrados y un inmueble de 25, siendo, por tanto, el total de la vivienda de 37 metros cuadrados", han apuntado a través de un comunicado.
Los agentes del Grupona identificaron al morador, un hombre de 37 años, que, tras ser preguntado, manifestó que no sabía cuántos gatos tenía exactamente, que creía que tenía sobre unos 45, añadiendo que empezó con una pareja y se fueron reproduciendo y por lástima siguió manteniéndolos y "se le había ido de las manos".
Los policías locales comprobaron que carecía de cualquier tipo de documentación zoosanitaria de los animales, ofreciéndole la posibilidad de que le fuesen retirados en días posteriores, aceptando tal solución.
Así, unos días más tarde, los agentes volvieron a acudir a la vivienda, acompañados por operarios del servicio del Centro Zoosanitario Municipal, para la retirada de los gatos con el consentimiento del hombre, siendo auxiliados por el mismo y por la vecina que ocupaba la otra parte del inmueble.
En esa primera intervención se retiraron un total de 56 gatos, y quedaron en la vivienda unos 20 más, pendientes de ser capturados posteriormente por motivos de capacidad del Centro Zoosanitario Municipal.
En el seguimiento que se le llevó a cabo a la vivienda policías locales del Grupona volvieron a detectar una gran colonia felina, llevándose a cabo una nueva retirada conjunta con operarios del Centro Zoosanitario, siendo capturados otros 24 gatos que carecían todos ellos de microchip y de los tratamientos obligatorios.
Por último, el pasado día 21 de junio, agentes de dicho grupo y personal del Centro Zoosanitario nuevamente volvieron a retirar otros 21 gatos, que fueron una vez más depositados en el centro municipal, firmando su tenedor el oportuno documento de renuncia de los mismos; lo que hace que en las tres intervenciones se hayan retirado un total de 101 gatos.
SÍNDROME DE NOÉ
Desde la Policía Local han explicado que el trastorno por acumulación de animales, conocido popularmente como 'Síndrome de Noé', es un desorden psiquiátrico que consiste en acumular un gran número de animales de compañía en casa sin proporcionarles los mínimos cuidados.
A ello se suma que estos se encontrasen hacinados en un inmueble de tan solo 37 metros cuadrados, y cuyas condiciones higiénico-sanitarias "no eran las más adecuadas, con la alarma que ello había generado en el vecindario, ya que los gatos podrían ser foco de trasmisión de patologías a las personas al no encontrarse vacunados ni haber recibido, por tanto, ningún tipo de tratamiento veterinario preceptivo según ley".
Todo ello, desgraciadamente, ha dado lugar a que en las dos últimas intervenciones, en las que se han retirado un total de 45 gatos, los animales se encontraran "en muy malas condiciones, parasitados y con patologías en la piel", lo que motivó a "que bajo criterio veterinario se tuviera que proceder al sacrificio eutanásico de los mismos", según han indicado.
Afortunadamente, han precisado, "no todos los gatos que llegan al Centro Zoosanitario tienen el mismo final, ya que, en lo que va de año, se han dado en adopción 37 gatos, y otros 48 han sido cedidos a distintas asociaciones protectoras de animales, lo que hace que un total de 85 gatos hayan encontrado un hogar de acogida".
SÍNDROME DE DIÓGENES
Además, los policías locales del Grupona han podido comprobar que junto con el gran número de animales en la vivienda "se podían apreciar grandes cantidades de enseres recogidos de la basura, tal y como reconoció su morador, sin apenas lugar físico para permanecer en ella, además de un fuerte y desagradable olor que dificultaba la permanencia en el domicilio".
Igualmente, los agentes han comprobado que la vivienda no estaba conectada a la red de aguas municipal, abasteciéndose con garrafas de agua; por lo que, junto a lo anterior, han confeccionado un informe a los servicios sociales municipales para las medidas que correspondan, ya que según lo observado consideraban que el hombre "precisaba ayuda y podría estar sufriendo el llamado síndrome de Diógenes". Asimismo, han indicado que se continuará el seguimiento a nivel policial.
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