El estallido de la Guerra Civil en Málaga, que convirtió la llamada "ciudad del paraíso" en un infierno, es narrado en clave de falso documental, a través de la voz de algunos de los personajes que coincidieron en la zona, en el largometraje 'Caleta Palace', dirigido por José Antonio Hergueta.
Este momento histórico ya lo abordó Hergueta en el cortometraje 'Paraíso en llamas', con el que fue candidato al Goya, y que le sirvió para "probar esta narrativa", explica el director en una entrevista con EFE.
El punto de partida fue la "conjunción" en Málaga de personajes como el zoólogo escocés sir Peter Chalmers Mitchell, el escritor húngaro Arthur Koestler o el periodista sublevado Luis Bolín.
"Que hubiera un triángulo de personajes tan dispares que vienen y se cruzan, y que los tres publicaran un libro, era una espoleta para una película, ya era espectacular", resalta Hergueta, que al optar por el falso documental consideró que "lo importante era preservar sus voces".
Un reparto de lujo
Miguel Rellán (como Chalmers Mitchell), Nadia de Santiago (Gamel Woolsey), Pedro Casablanc (Koestler), Fernando Ramallo (Gerald Brenan), Miguel Hermoso (Bolín), Amparo Bilbao (Mercedes Formica), Ana del Arco (Gerda Grepp) y Pepe Viyuela (Bonaventura Caloro) forman un reparto de lujo.
Sobre su elección, recuerda que en el corto ya tuvo a Casablanc, "que, además de ser un excelente actor, tiene un parecido extraordinario con Koestler, y puso el listón muy alto de cara al largometraje".
"Una película con un proyecto muy basado en textos necesariamente obligaba a tener muy buenos actores, además a la altura de Casablanc, y todos han disfrutado mucho, incluso aunque su personaje difiera de su ideología".
Para Hergueta, "el asunto no es solo que pasaran esos extranjeros por Málaga en ese momento, sino también que se quedaran impactados para escribirlo".
El hotel Caleta Palace
Y en esos sucesos hubo un lugar "por donde pasaban todos", el antiguo hotel Caleta Palace. "Es nuestro hotel Florida. No tenemos a Hemingway o a Dos Passos, pero tenemos a Koestler y, sobre todo, una cosa: que todos escribieron después porque todos quedaron heridos por Málaga", insiste.
Esta ciudad, "al caer pronto y al haber sido desconsiderada por la República, se borró rápidamente" de los libros de Historia "detrás de Guernica, de Madrid o del Ebro", pero el "cruce" de estos personajes y lo que escriben después le dan relevancia a este episodio.
"Además, son capaces de describir esa deshumanización que se da entre las personas cuando se abre un conflicto, gracias a que son mayormente extranjeros, y unos buenos observadores".
En la película, esos personajes de 1936 pasean por las calles actuales, porque a Hergueta le "fascina" sentir "que las capas de la historia están ahí, en cualquier esquina", y que "los tiempos se cruzan", por lo que "ha sido muy deliberado ese cruce de pasado y presente".
La República abandonó Málaga
Una de las ideas que surge es el abandono de la población de Málaga por el Gobierno de la República, "algo muy bien publicado y muy bien documentado por gente que además no ofrece ninguna duda en lo ideológico".
"No me cabe duda de que el Gobierno republicano no se esforzó desde el 19 de julio lo más mínimo, nunca mandó refuerzos y Málaga quedó unida solo por la carretera de Almería, pese a su valor estratégico por estar tan cerca del Estrecho".
En el 'impasse' en que ni la República defiende la ciudad ni los sublevados la atacan se produjo una larga "agonía" marcada por la indolencia que sorprendió a muchos de los observadores internacionales que están en la zona, según el cineasta.
No busca la neutralidad
Hergueta no ha buscado "la neutralidad" en esta visión, y se ha centrado en "lo humano" de los relatos de alguien como Chalmers Mitchell, que, "siendo un aristócrata, está fascinado por la revolución popular y a la vez está ayudando a gente muy conservadora, incluso reaccionaria, a salir, porque entiende que es una salvajada encarcelar y matar a gente".
Añade que "tener a esos ocho testigos, reflexionando en esa situación límite y reaccionando como pudieron, es lo que sostiene la película, y lo que interesaba contar".
En todo el largometraje subyace además "la sensación de que parece imposible que un sitio tan maravilloso vaya tan rápidamente hacia el horror de que, por un malestar acumulado de décadas, se prenda fuego a la calle Larios sin importar de quién es cada casa".
La película se presentará en Málaga el 24 de noviembre y también participará en el Festival Internacional de Cine de Almería (Fical) y en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, mientras que el desembarco en Madrid y el resto de España se producirá a partir de principios de año.
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