La salita de Moy

Muy orgulloso de mi acento andalú

Pues ya me cansao. Ya estoy jartito de escuchar estupideces sobre nuestras formas de charlá. Que si somos tela de brutos...

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Pues ya me cansao. Ya estoy jartito de escuchar estupideces sobre nuestras formas de charlá. Que si somos tela de brutos. Que si nos comemos las terminaciones de las palabras... Sí, ¿y qué? Pero entra, no te quedes en la puerta, que te voy a enseñar la grasia de una salita cien por cien andaluza. Y límpiate los zapatitos antes de entrá no me vayas a manchar los suelos.

Soy de madre chipionera y de padre trianero. Una de la tierra donde el “jondío” es la jartura misma y el otro del barrio donde el “miarma” es como decir amén en Misa. Como usted comprenderá y tras recibir una educación extraordinaria de dos currantes que lo dan todo por sus dos hijos, no voy ser yo el que reniegue de mis formas de hablá. No voy a ser yo el que deje de recurrir a un chistecito cuando la cosa se pone tensa. No voy a ser yo el que deje de decir “omá” cuando me salga de mis adentros, porque en ella es lo que siempre escuché para hablar con mi abuela. Y no digo que mis formas sean las más castellanas, para vosotros las más certeras. Sólo te digo que si pretendes darme lecciones de como hemos de pronunciar las palabras, quizás deberías venirte al sur y dedicarte a la docencia. Así to los andaluces tendríamos la oportunidad de aprender del maestro.

Aunque te digo una cosita, dos meses te daría de margen antes de ser tú el que terciara sus vocablos al acento andalú. Pero no es por nada, sino porque quizás en nuestra forma de hablá radique la esencia de nuestra alegría y de nuestra vitalidad. Al César lo que es del César, amigo.

Y que sí, que prefiero decirte “illo” y no ser un muermo con patas. Que soy más de echar unas risas con un “pisha” de mi Cadi que con un reverendísimo de Castilla. Lo siento, pero soy así. Andalú de pura cepa y a mucha honra. Y si Susana quiere un “PZOE ganadó”, olé ella. Que os podréis pelear por mil formas de políticas sociales, pero no permitiré que la mofa sea gratuita por la diversidad entre mil formas humanas.

Señor Silva, tiene usté una cervecita y una pavía conviá en Romero y Mejías para compartir opiniones. Ahora, ya te aviso que como vengas y lo pruebes querrás repetir y volver a una tierra donde estamos, como diría Pérez Monguió, profundamente orgullosos de nuestro acento andalú.

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