La Pasión no acaba

¿Incómodo, usted?

Hay que hacerlo por la libertad, por salvaguardar el tesoro más relevante que asiste y acompaña al ser humano desde su nacimiento, su propia capacidad de...

Publicado: 20/05/2020 ·
20:35
· Actualizado: 20/05/2020 · 20:35
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
  • El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. -
Autor

Víctor García-Rayo

El periodista Víctor García-Rayo es el presentador y director del programa La Pasión de 7TV Andalucía

La Pasión no acaba

Dedicado al alma de

VISITAR BLOG

Hay que hacerlo por la libertad, por salvaguardar  el tesoro más relevante que asiste y acompaña al ser humano desde su nacimiento, su propia capacidad de elegir, de decidir. Al tiempo, se trata de luchar para evitar un ataque estructurado y firme llamado a finiquitar parte relevante de la cultura española, y de manera especial andaluza. Hay que hacerlo por la libertad para que no se dañe un espectáculo, un arte, un trozo del patrimonio del pueblo. Hay que hacerlo por miles de familias, por cientos de miles de familias, y por el toreo, por nuestras letras, por esos elementos intangibles que tienen que ver con el alma y con el corazón de unos ciudadanos que deben decidir si quieren disfrutar o no de la tauromaquia.


Hay que decirle a uno de los vicepresidentes del Gobierno de España, Pablo Iglesias, que cuesta mucho esfuerzo coger el capote y templar el catálogo de las expresiones para no contestarle un exabrupto. Le toca a la familia del toro relativizar otra vez el desacierto de alguien que demuestra cerrazón y desconocimiento con expresiones como "me siento incómodo si llamamos cultura a la fiesta de los toros".  No se trata de que el señor Iglesias esté o no incómodo con la cultura de su país. Se trata más bien de recordarle su obligación de enriquecer, preservar y poner en valor esa cultura, defenderla y promoverla, custodiarla e incluso hacer todo lo posible por amarla. Y, si es imposible que la quiera, respetarla. La España del universo del toro es un país real que conoce la manipulación torticera del lenguaje que han ejecutado los interesados para hacerle ver al mundo que la tauromaquia es una especie de tortura animal. Saben que no es cierto, pero el mensaje logra su objetivo y alcanza de lleno el campo social sembrado de interés y falsedad.


Va a ser muy difícil darle la vuelta a esta realidad que golpea a la fiesta de los toros. No hay señal más clara que ésta. Un ministro (vicepresidente del Gobierno) asegura estar incómodo con la cultura de su país. Esto no tendría importancia si a continuación aceptara las condiciones propias del hermoso juego de la libertad y de la obligación moral del cargo que ocupa. Bastaría con  decir que a uno no le gustan los toros pero que la nuestra es una sociedad democrática, instruida en la elección libre y personal y -obviamente por ser quien es- defender con capa y espada la cultura en su vasta expresión y longitud. A usted le incomoda parte de nuestra cultura, seguramente a mi también, pero la respeto y, llegado el caso de ocupar una responsabilidad de Estado, la defendería por obligación para con los demás. No se incomode, señor Iglesias. Póngase a respetar la libertad. 

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN