No es la primera vez, ni será la última, que el tema del comercio del centro copa páginas de periódicos, espacios radiofónicos y televisivos y comentarios miles en las redes sociales. El cierre en el último mes de hasta seis empresas dedicadas al comercio en el centro de Jerez ha reabierto el eterno debate que, a lo que se ve, no se va a cerrar nunca. Tampoco es la primera vez que me ocupo y preocupo de este asunto en esta columna semanal de opinión y me temo que más pronto que tarde tendré que reincidir en el tema. Se habla de que la gente no va al centro y que solo lo hace cuando hay activos tan importantes para la economía jerezana como la Semana Santa, las zambombas o los fastos de los Reyes Magos y que, el resto del año, se pierde. Obviamente el centro no puede ser una fiesta permanente para que la gente acuda, porque tampoco hay bolsillo que lo aguante. La oferta del centro cada vez es más de ocio, se abren bares, tabancos y hoteles, y menos comercial y los comercios que se labran allí los euros de cada día bien harían en juntarse y no en dispersarse. Lo he escrito por activa y por pasiva. Cuando hay problemas la gente se unen. Todos a una es más fácil llegar a consensos y a acuerdos que cada uno por su lado. Aquí en Jerez hay dos asociaciones oficiales de comercios del centro y diría que hasta tres, aunque una no se haya constituido. ¿No sería lógico, y lo he escrito ya en una oportunidad anterior, limar asperezas y focalizar todo en un solo colectivo? Un colectivo que se pusiese manos a la obra de ver qué es lo mejor para sus negocios. Que una empresa estudie, analice y dictamine por qué la gente no baja al centro y por qué el comercio está sufriendo esta tortura. Hacer una prospección real de qué tipos de negocios son los que encajarían en la actual situación económica y demográfica de la ciudad, porque cuando hay tiendas especializadas, en moda masculina por ejemplo, con caché y con calidad la gente va a comprar. Incluso ir todos a una a sentarse con los responsables municipales y estudiar la forma y manera que ese centro comercial abierto sea una realidad próspera. Mucho trabajo pero unidos, si no será complejo.
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