Los vecinos de Nuevo Cerrofruto han denunciado la proliferación de ratas en los alrededores de las viviendas que estrenaron hace poco más de cuatro años como consecuencia de su proximidad a un solar abandonado al que se arrojan basuras de todo tipo. Los hechos han sido denunciados por el presidente de la comunidad, Juan Atienza, que lamenta que a pesar de que en el solar se prohíbe cualquier tipo de vertido, en la práctica se viene utilizando como “escombrera” sin que nadie parezca impedirlo.
“Nunca hemos visto a Medio Ambiente por aquí multando a nadie”, asegura. El caso es que los residentes de Nuevo Cerrofruto aseguran que después del ocaso los roedores pasean “a sus anchas” por las zonas comunes de esparcimiento y también el garaje, aterrorizando al vecindario. “Las ratas se nos han metido hasta en los maceteros, ya tienen hechas sus madrigueras”, advierte Atienza, que lamenta que el Ayuntamiento tenga a estos vecinos “abandonados”. El solar en cuestión lleva años vacío, desde que se procedió a la demolición del monte próximo a la rotonda del Balneario. En el suelo han quedado peligrosos agujeros tapados con retales de madera.
“En su momento nos dijeron que ahí se iban a construir vivienda joven” pero hasta la fecha no han tenido noticias desde la administración, ha indicado el presidente. “Estamos viviendo en medio de la basura” lamentaba una vecina, “somos personas no animales”. ¿Por qué no han hecho un parque infantil, por ejemplo, que aquí no hay que nada” ha recriminado al Ayuntamiento. Según los vecinos, los perros y caballos que en muchas ocasiones merodean en las zonas próximas contribuyen al deterioro de la limpieza, las aceras están embarradas de orines y hay excrementos muy cerca de las viviendas.
“Desde el Ayuntamiento nos han dicho que el problema es que no se puede fumigar, dice la ley, porque hay niños y animales” ha puntualizado el presidente de la comunidad, que de momento admite que “en el garaje sí que se han puesto trampas porque no hay peligro”. Una residente de la barriada también se ha quejado de la falta de limpieza general de las calles que rodean esta promoción de viviendas sociales, por las que “nunca pasa un barrendero”, una situación que le resulta “inexplicable” porque en las barriadas y urbanizaciones del entorno “baldean todos los días”.
Desde el Ayuntamiento admiten que los problemas de falta de limpieza son “generalizados” y recuerdan que se sigue trabajando en el pliego que regulará este servicio básico con intención de que pueda entrar en vigor en el primer semestre del próximo ejercicio. Los vecinos de Nuevo Cerrofruto recibieron las llaves de las viviendas que ahora ocupan -de nueva construcción- en octubre de 2013. Esta promoción está formada por 125 viviendas de régimen de alquiler para la integración social. A finales de 2011 ya se había entregado una primera promoción de Nuevo Cerrofruto, en la avenida Blas Infante, con 76 viviendas.
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