La asociación Jerez por Santiago, que en su momento trabajó por la recuperación del histórico templo, va a iniciar una nueva etapa con el objetivo de contribuir a levantar un barrio que se encuentra especialmente degradado no sólo desde la vertiente urbanística, sino también desde la social.
El nuevo presidente de la asociación, Miguel Ángel López Barba, ya anuncia que una de las primeras medidas que se van a poner en marcha consistirá en elaborar un diagnóstico que determine en qué estado se encuentra realmente el barrio. Todo el entorno del templo “sufrió mucho” en sus años de clausura, hasta el punto de que “se ha denigrado bastante”. Tampoco conviene olvidar que los años de cierre al culto de la iglesia coincidieron con el periodo más duro de la crisis económica. Ambos factores han lastrado a un barrio que ahora parece una sombra de lo que siempre fue.
La asociación quiere ser “ambiciosa” en la consecución de objetivos, pero no sabe hasta dónde podrá llegar y tampoco a qué puertas habra que llamar para que la ciudad vuelva a mirar a uno de sus barrios emblemáticos.
“Lo primero que queremos hacer es estudiar cómo está realmente Santiago. Sin hacer un análisis más profundo, es evidente que se encuentra muy deteriorado, con una calle Nueva que se ha convertido en un punto crítico debido al abandono de numerosas viviendas y la presencia de okupas”, explica Miguel Ángel López.
Más allá de las piedras
Jerez por Santiago nació para recuperar una iglesia que se encontraba al borde de la desaparición. Ese objetivo se logró, pero ahora parece evidente que hay que hacer algo más. “Nosotros tenemos claro que Santiago sin el barrio no es nada, por eso hemos apostado por modificar los fines de la asociación y tratar de revitalizarlo”, aclara Miguel Ángel López.
Eso no significa que se dejen de lado las iniciativas que tienen que ver con el patrimonio histórico y artístico, entre otras cosas porque es necesario buscar recursos con los que culminar el pago de las obras de rehabilitación que se ejecutaron en su momento pero también porque es necesario garantizar la conservación y restauración de todos los bienes de la iglesia.
No se trata por tanto de dejar de lado los fines iniciales, sino de incorporar nuevos objetivos que permitan dignificar el entorno del templo.
El propio obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos, ha reivindicado en numerosas ocasiones el papel que la iglesia de Santiago debe desempeñar a la hora de recuperar a su barrio. Incluso, en una de sus últimas visitas el prelado expresó su deseo de que calles como Nueva o Cantarería -tan vinculadas históricamente al flamenco y tan atractivas para el visitante- terminen convirtiéndose en reclamos turísticos para los aficionados de todo el mundo a esta expresión artística.
Jerez por Santiago está modificando sus estatutos para tratar de responder a las necesidades del barrio, pero ya tiene claro que su primer reto no será otro que hacer un diagnóstico de su estado real.
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