Serpiente de verano o culebrón del verano es una expresión que se refiere a las noticias irrelevantes o sorprendentes que publicaban algunos diarios para llenar sus páginas durante las vacaciones de verano, cuando la mayor parte de la sociedad estaba de vacaciones y no se producían acontecimientos ni noticias interesantes. Según el periodista Javier Ortiz, el término podría provenir de Nessie, el mítico monstruo del lago Ness, “al que se hacía reaparecer a capones todos los agostos para que los diarios tuvieran algo de lo que hablar”.
En eso, en una serpiente de verano se han de quedar las palabras del consejero de Turismo que, nueve años después de que lo pidiese el Ayuntamiento de Cádiz, entonces liderado por Teófila Martínez, ha vuelto a abrir el inútil debate de que el aeropuerto de Jerez pase a llamarse aeropuerto de Jerez-Cádiz para que, supuestamente, los cruceristas sepan que tienen un aeropuerto cerca. Absurdo.
Cualquier agencia de viaje que se precie, cualquier tour operador que se precie, cuando indica a un danés la opción de ir a un crucero que tiene escala en Cádiz le añadirá que el aeropuerto, de Jerez y costeado por los jerezanos, está a veinte y tres minutos, que las bodegas del afamado jerez o de los no menos famosos brandis están a veinte minutos, que uno de los mejores circuitos del mundo está a veinticinco minutos, que la cuna del flamenco está a veinte minutos, que los templos de Santiago y San Miguel, cuna de los dos barrios gitanos por excelencia más conocidos en el orbe nacional, están a veinte minutos, que la campiña está a veinte minutos, que la cuna de los caballos andaluces está a veinte minutos, que la ciudad más grande la provincia y quinta de Andalucía está a veinte minutos.
Al igual que cuando programan viajes en avión a Jerez y a su aeropuerto los agentes expondrán que los pueblos blancos están a veinte minutos, que las playas están a diez minutos si se va hacia la zona de la Bahía, léase El Puerto de Santa María, o a veinte si quiere ir a las de la Sanlúcar, Rota o Chipiona. Cada uno sabe donde viaja sin que se le pongan apellidos inútiles. Lo escrito. Solo es una serpiente de verano.
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