El Gobierno local recibió el pasado miércoles su primer revés serio en el proceso de concesión administrativa de la gestión del ciclo integral del agua, al verse forzado a prorrogar en quince días el plazo para la presentación de ofertas. El Ejecutivo explicó a través de un comunicado que la decisión debió ser adoptada para atender la demanda de información adicional solicitada por las empresas interesadas. Sin embargo, un día más tarde el portavoz del Gobierno local, Antonio Saldaña, reconocía veladamente que no se habían presentado ofertas formales, pero que el hecho de ampliar el plazo sí obedecía al interés de dos empresas del sector. “Esperamos que la solicitud de la ampliación del plazo de presentación de ofertas se materialice en algo positivo ya que hay dos empresas que nos han pedido expresamente ese plazo para poder aclarar algunos aspectos de la concesión”, explicó.
Se trata, no obstante, de un argumento similar al que se ofreció a la opinión pública el pasado 21 de febrero, cuando se amplió el plazo para la contratación de una entidad que asumiera la gestión de los impuestos municipales una vez roto el acuerdo con Diputación, sin que hasta la fecha se haya producido ninguna novedad al respecto.
De momento, este aplazamiento tiene ya consecuencias negativas para la tesorería municipal, toda vez que los planes del Gobierno local pasaban por ingresar los 80 millones de la concesión administrativa de la gestión del agua a finales de este mes de octubre, algo que ahora no podrá producirse.
Por tanto, la normalización económica del Consistorio dependerá en exclusiva de la recaudación que en estas próximas semanas obtenga Jereyssa gracias fundamentalmente al cobro del segundo pago voluntario del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). La previsión inicial de Jereyssa pasa por recaudar alrededor de 18 millones de euros a lo largo del próximo mes de noviembre, un dinero con el que debería liquidarse a la plantilla municipal, además de afrontar pagos con las concesionarias.
Argumentos legales
La decisión de ampliar quince días más el periodo de licitación fue adoptada por la Junta de Gobierno Local en base a un informe jurídico emitido por el servicio de contratación administrativa del Ayuntamiento, en el que se justifica la procedencia de la ampliación del plazo acordado de acuerdo con lo establecido en la normativa de contratación pública.
Cabe recordar que el anuncio del concurso se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 31 de agosto, finalizando el miércoles el plazo de presentación de ofertas. En dicho anuncio se hacía constar la posibilidad de obtener información sobre los pliegos durante el citado plazo, habiéndose recibido consultas en este sentido en los últimos días del plazo inicial.
El precedente de zaragoza
Como ya adelantó este periódico la pasada semana, el Ayuntamiento de Zaragoza -gobernado en coalición por PSOE, IU y CHA- también se ha visto obligado a ampliar el plazo de presentación de ofertas en un concurso de características muy similares al promovido por el Gobierno local. En ese caso concreto, el plazo inicial expiró sin que ninguna empresa hubiera concretado realmente su interés por invertir en la empresa que gestiona el ciclo integral del agua.
Detrás de esa aparente falta de interés planeaba la sombra de las dificultades de financiación que arrastran estas compañías a la hora de reunir la suma económica necesaria como para hacerse cargo del servicio, algo que bien podría ocurrir igualmente en el caso que se ha planteado en Jerez.
“No lo temo”
La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, ha sustentado buena parte de la recuperación económica del Ayuntamiento en la adjudicación de la gestión del ciclo del agua. De hecho, 30 de los 80 millones de euros que se pretenden recaudar con el canon se van a destinar a la deuda con Seguridad Social y Hacienda para recuperar la participación en los ingresos del Estado. En este sentido, si el concurso no llega a buen puerto en las próximas semanas, el Gobierno puede encontrarse ante un grave problema.
El pasado mes de septiembre, cuando entrevistamos a la alcaldesa, le preguntamos sobre la posibilidad de que el concurso quedara desierto. Su respuesta fue la siguiente: “Podría ocurrir, pero no lo temo”. Sin embargo, ese temor se ha agrandado esta misma semana y ahora mismo fuerza al Gobierno local a tener preparado un plan B.
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