Jerez

Juzgados y la Fiscalía acumulan ya más de 30 denuncias por bebés robados

El archivo de cinco denuncias de supuestos casos de bebés robados en los juzgados de Jerez ha reactivado la lucha de las familias que se sienten víctimas de esta presunta trama nacional.

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  • Familias jerezanas en una de las manifestaciones realizadas

Las asociación SOS Bebés Robados Cádiz se echará a la calle por primera vez el próximo mes de julio en Jerez para rechazar públicamente los cinco archivos de casos que se han producido en el último mes y medio y dejar claro ante la sociedad que van a luchar “hasta el final” en la presunta trama de bebés robados que se investiga en todo el país ante las incongruencias detectadas  en el fallecimiento de sus hijos y posterior enterramiento en nichos o en fosas comunes en las últimas décadas. Los testimonios de las afectadas se han sucedido en los últimos meses después de haber pasado por los juzgados y dos de las familias a las que les han archivado el caso de un día para otro relatan a este periódico como vivieron las horas antes y siguientes al parto así como todas las contradicciones que vieron desde que los médicos les comunicaron que sus pequeños no habían sobrevivido. La mayoría no lo han superado ni creen que lo superarán nunca y aunque su lucha estaba algo dormida en los últimos años, la salida a la luz de tantos casos ha reactivado su batalla por cerciorarse qué paso realmente esa noche.
La primera hija de Antonia y Patricio nació el 22 de mayo de 1971 en el Hospital de Jerez. Tras empezar con los dolores, esta vecina de Jerez ingresaba a las cinco de la tarde. Todo fue “normal” y tras un parto natural y “sin complicaciones” a las diez de la noche daba luz a su pequeña, de unos 4 kilos, como le dijeron las enfermeras. Una niña que rápidamente se llevaron y a la que apenas pudo ver unos segundos. “Me la enseñaron boca abajo. Era una niña grande, como lo han sido el resto de sus hermanos, y la escuché llorar cuando le dieron las palmaditas en la espalda”. No la volvería a ver nunca más. Dos horas después le comunicaron que la niña había fallecido al haber tragado líquido amniótico, sin embargo, en el parte de defunción reza que esta bebé nació muerta. “¿Cómo va a ser eso si era un bebé grande y yo misma vi como lloraba?”, se pregunta indignada Antonia.
Al contrario de lo que ocurre ahora, dado que las restricciones en el Hospital de Jerez en la planta de maternidad en aquel entonces hacían impensable que el padre pudiera entrar en el paritorio para estar en el parto, las horas avanzaban y su marido seguía sin saber qué había pasado. “Hasta las seis de la madrugada no me dijeron nada y ya no sabía a quién preguntar”. Por fin una enfermera le sacó de dudas con una frase que Patricio no ha podido olvidar después de 40 años. “¿Pero a usted no le han dicho que la niña está muerta? Más tarde lo llevaron a las cámaras frigoríficas del hospital tras pedir ver a su hija. “Me enseñaron un cajón con un bebé envuelto en vendas del que sólo pude ver los pelos”.  En el propio Hospital de Jerez se hicieron cargo de todos los trámites del entierro sin coste alguno, lo cual también extrañó siempre a esta familia. “Teníamos el seguro del Ocaso, pero nunca nos dijeron nada, se la llevaron en una caja cerrada blanca que no abrieron y la enterraron en una fosa común”.
Hace unos meses este matrimonio acudió a declarar al Juzgado de Instrucción número 3 de la avenida Tomás García Figueras después de que Fiscalía trasladara su denuncia al juez. Era la quinta familia de Jerez a la que se citaba para conocer más datos sobre su caso. No acudían solos, iban con su hijo David Ordóñez, que fue el que “movió todo” e interpuso la denuncia para ayudar a sus padres a pasar página o abrir una nueva para comprobar si efectivamente el caso de su hermana guarda relación con la  presunta trama de bebés robados que se ha denunciado en todo el país. Pero el caso de esta familia es distinto al resto porque a instancias de ellos, el juez ordenó la práctica de unas pruebas de ADN por parte de la madre en el Instituto Anatómico Forense de Cádiz para luego cotejarlas con las de otra chica que su otro hijo había localizado a través de Facebook después de que la joven contactara con ellos al ver el caso de esta familia jerezana en la red. “Nos dijo que cuando vio la foto nuestra en los juzgados se le movió algo. Antes de morir su padre le confesó  que no era hija suya biológica y que la habían comprado en Andalucía, primero le dijo que nació el 12 de mayo de 1971 y después su madre, que no quiere saber nada de ella al haberse puesto a buscar a sus verdaderos padres, le habló de una fecha más adelante, que podría ser el 22 de mayo”, relata Antonia.  Eso ocurrió hace unos meses y desde entonces no han perdido el contacto mientras aguardan impacientes los resultados de las pruebas que se hicieron hace dos meses y medio. “Hablo con ella todos los domingos. Vive en Mallorca y este verano si podemos vamos a ir a conocerla porque ella dice que aunque las pruebas sean negativas para ellas ya somos sus padres. Estamos invitados y quiero ir para darle un abrazo”. Físicamente “se da un aire” a su hijo, y lo que más les sorprende es que al igual que otro hijo de Antonia y Patricio,  tiene el lóbulo de la oreja doblado, además del mismo grupo de sangre que Antonia, que ya no sabe en qué pensar.“Por un lado pienso que sí, que puede ser mi hija, pero luego prefiero pensar que no, porque no me quiero ilusionar”. Además, tanto ella como su marido tiene claro que en esta supuesta trama hay demasiados intereses de por medio por los médicos y ginecólogos de renombre que están implicados como para que toda la verdad salte a la luz.

“archivos sorprendentes”
Eso sí, no se explican cómo el juez ha archivado su caso, que ya ha sido recurrido, después de autorizar la realización de estas pruebas de ADN y no conocer aún los resultados o, al menos, no habérselo trasladado a esta familia, mientras que los propios letrados del despacho de Martín de la Herrán que lleva los casos, tampoco han no ocultaron su “sorpresa” por esta decisión.
Pepi Conde no se explica que el caso de su hermana, que nació cuando ella tenía 16 años, también haya sido otro al que el juez ha dado carpetazo de forma provisional, sobre todo porque hay imputado un médico y estaban pendientes de volver a declarar, lo que le lleva a pensar en que “hay un interés en que esto no prospere”, señala. Su madre tiene 82 años y pese a su delicado estado de salud, con tres trombosis a sus espaldas, acudió a los juzgados a declarar hace unos meses para narrar su testimonio. Después lallamaron de nuevo para el 24 de mayo. A Pepi la citaron para el 14 de junio después de haber pedido que se pospusiera su declaración por un viaje. El día antes le avisaron para que no fuera porque el caso estaba archivado desde el 21 de mayo, con lo que ni su madre ni ella se explican por qué nadie les dijo nada hasta ese momento ni la juez avisó a su madre de que el caso ya estaba archivado. Su madre dio a luz a su hermana en el año 1967 en Santa Isabel de Hungría. Era primeriza y la niña nació “muy gordita”, pero le dijeron que estaba malita y unas monjas se la llevaron para bautizarla “para que muriera cristianamente”. Nunca consiguieron esa fue de bautismo. Al día siguiente le avisaron de que un taxi le esperaba abajo con la caja de la niña, que nunca abrieron, para llevarla al cementerio. No le pidieron dinero por nada, pero tampoco le permitieron enterrarla en dos tumbas que tenían en propiedad. De nuevo a la fosa común. En el archivo histórico que consultó la familia posteriormente consta que entró el día 18 en el hospital tuvo a la niña y el 19 le dieron el alta a las dos.
Rosa María Montaño ha tenido más hijos, pero nunca olvidará las condiciones en las que tuvo el primero y lo mal que lo pasó hasta que finalmente le comunicaron que este había fallecido en unas horas en las que las contradicciones se sucedieron desde el principio. Era 1975. El día antes de nacer su hijo, el médico le reconoció y le dijo que “estaba todo bien”. Al día siguiente por la mañana se puso de parto. “Cuando llegué al hospital me pusieron en una habitación muy bien arreglada con una enfermera a mi cargo. De repente me dijeron  que iba a tener el niño y me llevaron a otra habitación en la que no había de nada: una camilla, un cubo debajo, una mesa redonda y un foco. Pero cuando el médico me reconoció me dijo que el niño no se sentía. ¡Eso cómo podía ser, tenía dolores de parto1 Cuando me di cuenta la enfermera se había puesto delante de mi con un delantal y me dijeron que empujara que el niño ya estaba allí. Lo colocó en su delantal, se puso de forma que no podía verlo y se lo llevó”. Lo escuchó llorar fuera, nunca lo pudo ver. Cuando cayó en la cuenta, se estaba desangrando y tenía unos dolores insoportables que sufrió sola media hora. Llamó a la enfermera, la reconocieron y vieron que tenía un trozo de placenta dentro. Le avisaron que el niño estaba muy malo, que era raquítico y que no se hiciera ilusiones,  Casi a la par, a la madre le mostraron de lejos un niño “enorme” en la incubadora, que luego le mostraron sus restos envueltos en vendas. En el hospital le dijeron que ellos “se ocupaban de todo”.

La primera protesta, a mediados de julio

Las decenas de familias afectadas por la presunta trama de bebés robados en Jerez se echarán a la calle el próximo mes de julio, seguramente a mediados, para protestar contra la decisión de los jueces de archivar cinco casos en el último mes y medio. Así lo han decidido esta última semana  durante el transcurso de una reunión convocada por la vicepresidenta y representante en Jerez de SOS Bebés Robados Cádiz, Luisa Fernanda Terrazas, en la que aprovecharon para analizar estos últimos acontecimientos, recapitular los pasos dados hasta ahora y consensuar acciones. Aunque los asistentes no ocultaban el disgusto que ha supuesto para este colectivo que a los juzgados jerezanos haya llegado ya el “fantasma” del sobreseimiento -que aún es provisional y ya ha sido recurrido- que tanto se está dando en otros  puntos del país “porque estábamos avanzando mucho”, los afectados tienen claro que “tenemos que hacer algo.
Por ello, han acordado solicitar permiso a la Subdelegación del Gobierno para manifestarse en las próximas semanas en una convocatoria cuyo itinerario no será casual ni mucho menos. Como apuntó Terrazas, partirán del Hospital de Jerez donde hace más de dos y tres décadas muchas madres aseguran que les arrebataron supuestamente a sus hijos al nacer, al tener serias sospechas que estos no perdieron la vida como les dijeron. Cortarán el tráfico en la antigua Nacional IV y de ahí se dirigirán a los juzgados de la avenida Tomás García Figueras, donde hay abierta una investigación después de que hasta el momento once matrimonios denunciantes hayan declarado ante el juez y el fiscal, además de médicos y ginecólogos implicados en esta presunta trama

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