La presión del agua caerá un 20 por ciento en estos próximos meses para tratar de ahorrar el consumo y de este modo paliar los efectos de la falta de lluvia. La medida va a ser adoptada en breve por el Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana (CAZG) con el objetivo de empezar a cumplir lo antes posible los requerimientos del Comité de Gestión de la Sequía de la Cuenca del Guadalete-Barbate.
Según ha advertido el jefe de Explotación del propio Consorcio, Marco Vives, esa pérdida de presión se notará “bastante” a la hora de abrir el grifo dado que esa reducción del 20 por ciento implica la pérdida de “mucha agua”.
Andrés Díaz, presidente del Consorcio, ha explicado en cualquier caso que esa medida tendrá que ser aprobada próximamente en asamblea y que “habrá que jugar” para garantizar el suministro en determinadas zonas donde ya habitualmente la presión es inferior a lo normal.
En este sentido, el Consorcio va a mantener encuentros con los diferentes ayuntamientos que lo integran para intentar que esa pérdida de presión pueda abordarse “de la mejor manera posible” a nivel técnico y afectando “lo menos posible a la normalidad”.
La bajada de la presión no va a ser la única medida que se aplique con el objetivo de aminorar el consumo, ya que a ella vendrán a sumarse aquellas otras que los ayuntamientos estimen oportunas a título particular.
El escenario que todo el mundo quiere evitar es el de los cortes en el suministro, un extremo que no se descarta en determinados casos pero que resulta poco aconsejable entre otras cosas porque “puede provocar roturas” en las infraestructuras que generarían fugas de agua y obligarían a futuras reparaciones y además implicaría una “bajada de la calidad” del producto final.
El Consorcio ha puesto ya en marcha una campaña para concienciar a la ciudadanía de la necesidad de reducir el consumo de agua, ya que nos encontramos ante una situación de “urgencia” que “no puede ser ignorada”.
De modo que se activa un llamamiento a la “acción conjunta” encaminado a ahorrar un consumo que todavía es posible gracias fundamentalmente a las infraestructuras que se construyeron después de la sequía de mediados de los años noventa.
“Los ciudadanos deben entender la magnitud de esta situación, que va a requerir de sacrificios, porque no estamos ante una batalla fácil”, ha subrayado Andrés Díaz.
Con independencia de la pérdida de presión, que afectará a todos los municipios consorciados, Ecologistas en Acción ya proponía recientemente medidas adicionales para reducir el consumo, como aminorar el riego de las zonas verdes o el agua que se utiliza para mantener las fuentes ornamentales.
De igual modo, se contemplaba la reducción del consumo en los equipamientos públicos y la puesta en marcha de campañas de concienciación ciudadana.
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