Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 5.50 horas, momento en el que, según las primeras indagaciones, se produjo un cortocircuito que dio origen al incendio en el salón de la vivienda, situada en la tercera planta del inmueble correspondiente al número 21 de la citada calle. En el momento en que se originó el incendio, la víctima se encontraba en casa junto a su mujer, de 71 años, y su nieto, de 14.
Según la información aportada por el Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz y confirmó un vecino de la sexta planta del edificio,Quiñones intentó sin éxito apagar las llamas, y corrió a refugiarse en uno de los dormitorios, mientras su esposa y su nieto se ocultaron del fuego en otra habitación.
Una dotación de ocho bomberos del Consorcio se desplazó al lugar con cuatro vehículos:. A través de una de las ventanas de la casa, uno de los equipos en que se dividió el operativo rescató a dos de los ocupantes, la mujer y el joven.
Ayudado a respirar
Uno de los bomberos, que utilizaba un equipo de respiración autónoma, le trasladó su máscara de oxígeno al menor, que empezaba también a estar afectado por el humo. Tuvieron que ser atendidos y llevados al centro hospitalario Punta Europa, aunque su vida no corrió peligro en ningún momento. Sin embargo, el rescate del tercer ocupante no tuvo el final deseado, pese a la eficaz intervención de los bomberos, que lograron sacar al afectado del dormitorio donde se cobijaba. Inmediatamente trasladado al exterior, fue atendido en el lugar por los servicios sanitarios. Trasladado al hospital algecireño, ingresó en Punta Europa con un paro cardíaco, y los equipos médicos no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
Paralelamente, los bomberos trataban de sofocar las llamas, que se habían concentrado principalmente en el salón de la vivienda, afectando a todo su mobiliario. El humo alcanzaba a toda la vivienda, y fue necesaria su evacuación. De igual modo, se procedió a inspeccionar la zona afectada y las zonas comunes del inmueble. Durante el incendio se utilizaron unos 1.000 litros de agua, y el servicio concluyó hacia las 7.35 horas.
La Policía Local ordenó el desalojo de varios de los vecinos que se encontraban en el edificio. En otros casos, concretamente en los pisos superiores, se pidió a los vecinos que cerrasen las puertas y que pusiesen paños mojados en las rendijas, como comentó un vecino del sexto piso del edificio siniestrado, que es de reciente construcción. Al poco tiempo, los vecinos pudieron volver a sus casas, si bien quedaron trastornados y conmocionados por la noticia.
Una de las vecinas dejó un ramo de flores a las pocas horas junto a la puerta de entrada a la vivienda de Pedro Quiñones, parcialmente quemada, al igual que las zonas comunes. El cadáver de Pedro Quiñones fue trasladado por la tarde al tanatorio de Los Pinos.
Durante la mañana y a primera hora de la tarde, el círculo más cercano al fallecido trataba de contactar con los hermanos y otros familiares de la víctima para comunicarle la noticia. Tras el responso en la Iglesia de La Palma, a las 13.00 horas, se trasladará al difunto al cementerio antiguo, donde recibirá santa sepultura.
El alcalde, Tomás Herrera lamentó la pérdida de Quiñónes, del que ha dicho que “era un hombre comprometido con su ciudad y dedicado plenamente a trabajar para que la figura de la Patrona llegase a todos los rincones”.
Por su parte, el candidato del PA a la alcaldía, Hermenegildo González, mostró su pésame a la familia por la “trágica muerte” de un “hombre entrañable en el mundo cofrade”, asegurando además sentirse “consternado”.
La muerte de Pedro Antonio Quiñones conmocionó no sólo a sus familiares y conocidos, sino a toda la familia cofrade, de la que era uno de sus más queridos representantes. Hermano Mayor de la cofradía de Nuestra señora de la Palma desde hacía poco más de un año, cuando cesó Javier Gutiérrez de su cargo, había sido también vicehermano mayor y componente durante largo tiempo de la Hermandad del Nazareno, y también los hermanos de la Buena Muerte lo recordarán como uno de sus hermanos más distinguidos. También había sido miembro de la Junta Local de Hermandades y Cofradías. Paradójicamente, algunos de sus amigos de la cofradía recordaban ayer que habían estado con él la noche anterior hasta la una de la madrugada para recibir al Nazareno.
Uno de los más afectados ayer era el vicehermano mayor, José María Villa, quien lo definió como “un hombre íntegro” y “una enorme pérdida” para el mundo cofrade. Había sido, además, durante más de 20 años, director de la oficina de la aseguradora médica Adeslas, en la calle Alfonso XI, y previamente había sido militar, retirándose con el cargo de capitán. A las 17.30 horas, los hermanos de La Palma se reunían y el párroco indicaba que a las 13.00 horas de hoy se haría un responso.
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