Los primeros trabajos de excavación en Asta Regia han propiciado ya la localización de un muro de 5,30 metros de altura que debió ser construido en tiempos del emperador Julio César, entre el año 50 antes de Cristo y el siglo I.
El muro constituye de algún modo “la punta del iceberg” de todo cuanto permanece oculto en una superficie de 568 hectáreas, 253 de las cuales ya están reconocidas como Bien de Interés Cultural (BIC).
Se trata de la primera construcción “documentada científicamente” del conjunto, según asegura Francisco José Barrionuevo, director del Museo Arqueológico de Jerez, que estima que el muro puede alcanzar una altura aproximada de siete metros.
Posteriores trabajos deberán determinar si estamos ante una presa o un dique de contención del agua o ante uno de los accesos a la ciudad.
Este reciente hallazgo acaparó este miércoles buena parte del protagonismo de la presentación en sociedad del Plan estratégico para la investigación, conservación y socialización de la zona arqueológica de Mesas de Asta, un acto previo a las jornadas sobre Asta Regia que se celebran este jueves y el viernes en el Campus universitario.
El documento permite ya tener una perimetría digitalizada de todo el conjunto, en base a la cual se sabe que existen “más de 150 estructuras” en las que se necesitaría investigar, algo que precisa de “tiempo y presupuesto”.
Barrionuevo anima a destinar las primeras inversiones de que se disponga a garantizar la conservación de aquellos elementos que pueden desaparecer como consecuencia de la erosión provocada por las escorrentías de agua.
En cualquier caso, lo más positivo es que en estos últimos años se ha logrado el objetivo de que todas las administraciones públicas han tomado conciencia de la necesidad de intervenir en este yacimiento arqueológico y parezcan dispuestas a caminar de la mano.
Estos primeros pasos –que se traducen ya en el descubrimiento de este muro- van a propiciar incluso que se pueda empezar a pensar en la organización de visitas al yacimiento. En este sentido, se han mantenido conversaciones con la propiedad de la finca bajo la que se encuentran los restos arqueológicos para que en 2023 puedan programarse visitas puntuales.
El teniente de alcaldesa de Cultura y Patrimonio, Francisco Camas, entiende que con la presentación de este plan estratégico se cumple uno de los primeros compromisos adquiridos con Asta Regia, incidiendo además en la importancia que tiene el “consenso” alcanzado entre las administraciones públicas, un “hecho histórico” que parece garantizar actuaciones inmediatas en el yacimiento.
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