Emilio Fajardo, entrenador del Xerez CD, hablaba en Estepona tras la eliminación de los playoff frente al Ciudad de Lucena. Un partido que se decidió en la prórroga y que fue “un gran espectáculo”, aunque evidentemente se iba “muy dolido” por no poder seguir peleando por el ascenso de categoría.
Decía el técnico que en el encuentro hubo dos partes “bien diferentes en los noventa minutos. Una primera en la que el Ciudad de Lucena ha estado más cómodo en el terreno de juego, tenía más posesión de balón y se pone por delante. En la segunda parte vemos un Xerez dominador que buscaba las espaldas y siendo muy verticales. Ha llegado el empate, muy merecido. Hemos ido a la prórroga y hemos hecho lo más difícil, ponernos con el 2-1. Hemos pensado que podía estar hecho y han venido los goles en el peor momento. Luego lo lógico es que se jugase poco al final. Estoy muy dolido por los chavales, por el club que se queda otra vez a las puertas y un equipo de la solera del Xerez CD con esta gente se merece una alegría de las grandes. Lo único que espero es que sea muy pronto”.
Después de ponerse por delante en la prórroga llegó el 2-2, un gol que “nos hace mucho daño. Con el 2-1 había que mantener la zona, que no se jugara mucho, que no pasaran cosas. Les hemos dado la opción en una pérdida en banda y en un saque de banda que no nos suele ocurrir. Ha llegado ese empate y nos ha hecho mucho daño. Aún así nos valía, pero ese 2-3 nos ha terminado de destrozar y por el ritmo de juego no hemos tenido más ocasiones”.
En ese sentido el técnico era tajante y decía que la prórroga “no hemos sabido jugarla. El 2-1 llega en un buen momento y justo cuando más metidos estábamos hemos tenido dos o tres minutos como si nos hubiéramos relajado. Ya habíamos tenido dos pérdidas y esa relajación nos ha hecho llegar a eso. Ha sido en el peor momento porque estábamos bien. Si hubiéramos llegado al descanso de la prórroga con el 2-1 ellos habrían arriesgado más y con el 2-2 creo que nos ha hecho tanto daño que ese tercer gol nos ha sacado un centro un lateral y nos remata el otro lateral. Esto no puede ocurrir en este tipo de torneos”.
“Nos vamos de una forma cruel”, decía. Pero añadía que “hay que estar orgullosos del equipo porque el equipo lo ha dado todo y poco hay que reprocharles. Cuando uno lo da todo y se deja el alma queda agradecer a los chavales lo que han hecho, a nuestra gente que no hemos podido darle ese pase. Por mi parte ha sido un placer haber entrenado a un histórico”.
Su intervención sonaba a despedida y es que comentaba que “termino contrato y no sé mañana. Hoy se nos acaba y evidentemente como es mi último día tengo que agradecer porque todo ha sido cariño. Me han hecho ser xerecista, me han impregnado de xerecismo. Eso es muy difícil para un entrenador. El entrenador va de un lado a otro y hacerte de un equipo es complicado. Me han hecho ser xerecista. Tengo que agradecerlo. Ha sido un orgullo entrenar al Xerez CD. Este club ha estado en Primera División hace muy poco y tiene que volver. Desde mañana tienen que poner la primera piedra para el año que viene luchar por ser campeón”.
Segunda temporada en la que la afición de lleva el disgusto de no poder lograr el ascenso: “Yo el año pasado no estaba. Este año el palo ha sido muy gordo. Creo que viendo la reacción de nuestra gente se han sentido orgullosos. Los chavales se han dejado el alma y no ha podido ser. Estamos muy dolidos por no poder darles ese ascenso. Es cuestión de tiempo. Hay que poner unas grandes bases porque este equipo debe luchar para ser campeón, no para jugar playoff”.
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