Aunque es poco probable que el aeropuerto de Jerez recupere este año las cifras de pasajeros y conexiones previas a la pandemia, su director, Iván Rodríguez, se muestra optimista con la evolución prevista para esta temporada de verano.
¿En qué medida puede afectar la situación internacional actual a la planificación de los viajes?
–Durante la pandemia ya observamos que las reservas se acortaban en el tiempo y que la gente compraba sus billetes con mucho menos tiempo de antelación. Tenemos mucha incertidumbre. No sabemos lo que va a pasar en los meses de verano. Ahora mismo las perspectivas son de cauto optimismo de ver lo que va a pasar. Se prevé que pueda haber oscilación en los precios de los billetes por la subida de los precios de los combustibles, que pueden afectar en las reservas, pero la precaución que va a tener la gente a la hora de reservar sus billetes no la sabemos todavía.
Me habla entonces de un cambio de modelo en la planificación.
–Efectivamente. Nosotros somos un aeropuerto 50% internacional y hay que tener en cuenta que los vuelos internacionales se suelen reservar con seis meses de antelación. Durante la pandemia se pasó hasta a casi 15 días antes. Hasta 2019 a estas alturas del año ya sabíamos todo lo que iba a pasar durante el resto del año, y en este momento estamos revisando previsiones constantemente.
¿Las aerolíneas están ya repercutiendo la subida de los carburantes en los precios de los billetes?
–En general tienen acuerdos a largo plazo con meses de antelación para cuotas de combustible, con lo cual están menos sujetos que nosotros a la hora de comprar el combustible. Por ahora están comunicando que tienen reservas de combustible para todo el verano y no prevén grandes oscilaciones de precio.
Ahora empieza la temporada buena para Jerez. ¿Va a llegar todo lo que estaba previsto?
–De momento, sí, y las previsiones son muy buenas. Se está cumpliendo lo mismo que ocurrió el pasado año, que a partir del mes de marzo empiezan a incrementarse los vuelos internacionales, en especial con Alemania que es el principal destino de la provincia y el principal origen de turistas.
¿Qué nuevas conexiones tenemos?
–La primera que vamos a tener es con París con Vueling, y continuará toda la temporada de verano. El mercado francés es muy importante. Nuestros datos ya indicaban que había mucho viajero indirecto que llegaba a través de otros medios, y al tener una conexión directa a partir de finales de marzo va a ser muy positivo.
¿Se mantiene toda la previsión de vuelos con Alemania?
–Sí, tenemos con siete destinos. Se están operando ya casi todos y no aún en todas las frecuencias de vuelos semanales, pero la intención es poder ir recuperando esas frecuencias una vez que empiezas a operar con todos ellos.
¿Hay más destinos en los que se esté trabajando?
–La prioridad era recuperar todas las rutas previas a la pandemia. Tenemos 17 rutas previstas para este verano frente a las 21 que había en 2019, y nuestro deseo pasa por recuperar esas que nos faltan, entre las que se encuentran Berlín y Manchester. Hay un mercado ahí que está deseando recuperar esa conexión. Asimismo, también vamos a seguir trabajando en nuevas oportunidades.
¿Qué previsión de pasajeros tienen para 2022?
–Los meses de enero, febrero y marzo han sido relativamente flojos, a causa de la sexta ola, que nos ha bajado un 50% de lo que tuvimos en 2019. A partir de abril y hasta octubre prevemos unos 800.000 asientos, que es una cifra que luego bajará porque nunca se llega al 100%. Estaríamos en un 70% de niveles previos a la pandemia.
Sevilla sí ha recuperado ya todas las conexiones previas a la pandemia, ¿por qué Jerez aún no?
–Hay muchos factores. Son las compañías las que deciden arriesgar. Cuando menos frecuencia tiene una ruta, más difícil es recuperarla. Si una ruta tiene seis frecuencias semanales y la recuperas con dos frecuencias semanales, puedes decir que has recuperado la ruta, pero en el caso de Jerez muchas de las rutas son de una frecuencia de dos o tres semanales, con lo cual no hay un mínimo. Si la compañía recupera la ruta, tiene que hacerlo al cien por cien de lo que hacía antes de la pandemia.
En los dos primeros meses vuelve a verse la brecha con Sevilla, Málaga, Granada, que crecen por encima de Jerez, ¿por qué?
–Cada provincia y cada destino tiene un mercado diferente. El mercado turístico de la provincia de Cádiz es preferentemente nacional y no viene a la provincia en avión, sino por otros medios. El aeropuerto sirve sobre todo para el turismo internacional, que aglutina el 50% de nuestros pasajeros, y de ese turismo la mayor parte el 30% es alemán, con lo cual nos centramos en ese mercado. Otros aeropuertos andaluces tienen otra distribución de mercado. En la Costa del Sol, además de alemanes tienen británicos, del norte de Europa. Granada tiene pasajeros nacionales, y Sevilla está centrado en Reino Unido, Italia, Francia.
Hace dos años me decía que en Jerez no había demanda suficiente que justificara una ampliación de la pista, ¿sigue pensando lo mismo?
–Por desgracia han venido años muy difíciles para el transporte aéreo, y la ampliación de la pista lo que la justifica son los vuelos de largo radio, que son los que más han sufrido el transporte aéreo mundial. El vuelo nacional se ha recuperado rápidamente, después los europeos, pero los vuelos a largo radio no se han recuperado en ningún sitio el nivel prepandemia, con lo que cual no hay justificación ahora mismo para reclamar esa ampliación.
¿A qué cifra de pasajeros habría que llegar para justificar esa inversión?
–Más que cifra del aeropuerto de Jerez hay que mirar los datos de turismo de larga distancia en la provincia, de América o de Asia, que a día de hoy son cifras muy bajas. Hay que trabajar ese mercado y promocionarlo y, si vienen, no hace falta aún trabajar en la ampliación de la pista.
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