Si hace algunas semanas hablábamos de aquello de que Roma no pagaba a traidores, la designación ayer de Maribel Lozano por Juanma Moreno es otro revés para los designados por Fernández de Moya para sucederle en la sede del PP de Jaén, y ya van unas cuantas. Cierto es que Francisco Palacios se convertirá en parlamentario si se cumple aquello de una persona un cargo, pero la jugada de Moreno en Jaén está clara y se plasmará en no muchas fechas a nivel orgánico. También se produjo ayer un nuevo nombramiento, ya que José Antonio Miranda, que ha estado en todas las quinielas desde el principio, incluso para consejero, será director general de Gestión Económica y Servicios del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Estará en la misma área que la viceconsejera Catalina García. Ambos, junto con el consejero Aguirre tienen mucho que hacer en esta tierra. Jaén tiene una nueva delegada que ha sacrificado su carrera en Sevilla al lado del nuevo presidente de la Junta para ser su mano derecha aquí y para sanear un partido que ha perdido la credibilidad en la provincia. No ha tenido fácil el camino hasta aquí y han sido muchas las zancadillas desde que la dejaron caer en el Ayuntamiento de Jaén. Le deseamos suerte en su nueva etapa.
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