Los datos son aplastantes: el 17,2% de los vecinos del Polígono del Valle no recibe ningún ingreso; y el 55,5% vive por debajo del umbral de la pobreza, con unos ingresos de entre 700 y 1.000 euros para una unidad familiar de tres miembros. Los datos se derivan de un estudio realizado con la colaboración de trabajadores sociales y alumnos de 4º curso del Grado de Trabajo Social de la Universidad de Jaén durante 2017 y 2018. Hay muchos más datos, pero el más relevante y descorazonador es que este informe nació de la mano tendida de un barrio y de una asociación de vecinos hacia la Universidad de Jaén y las administraciones de esta ciudad. El Polígono del Valle no es un barrio universitario porque nadie quiere que lo sea. Ayer mismo, los vecinos presentaron solos el estudio. Nadie de la Universidad de Jaén acudió, nadie del Ayuntamiento, ni de la Junta, ni de la Diputación. Esa foto no gusta. El Polígono del Valle, a pesar del esfuerzo que realiza su asociación de vecinos seguirá siendo un barrio de paso de estudiantes y profesores de sus viviendas a la Universidad, unos andando, otros en transporte, porque la proyección de la UJA hacia la ciudad empieza en el cruce de Ruiz Jiménez con la Avenida de Madrid y las administraciones siguen propiciando que un barrio que podría ser ‘universitario’, siga siendo algo parecido a un gueto.
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