Primero fue que con un solo fin de semana no se podía hacer negocio en el ferial de San Lucas. Llegaron los dos fines de semana y la feria más larga de Andalucía, algo que ya ha comenzado a exportarse a otras capitales, como Sevilla. Ahora, los caseteros, atacan a la feria de día en el conjunto histórico y achacan a ello la baja rentabilidad, unido al elevado precio que consideran que pagan por las casetas. No cuestionamos sus razones, de hecho, el número de ellas ha descendido de forma considerable en las últimas ediciones. Sin embargo, a la vez que se ataca a la otra feria, que también está en la mayoría de capitales, tal vez sería necesario analizar qué está pasando y qué pasos se pueden dar, sin cortar ninguna cabeza. Tal vez se podría mejorar la oferta gastronómica, no hablamos de precios, sino de calidad en el recinto ferial, para atraer a más visitantes durante el día. Eso, unido a un incremento de actividades culturales podría paliar la falta de negocio del que hablan. Con actividades nos referimos a programar más en el recinto ferial y en su caseta ‘Jaén Arena’ y menos en la propia ciudad. Una medida compete a los propios caseteros que tienen que crecerse ante la competencia y otro al Ayuntamiento, que debe velar por San Lucas.
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