Domingo de Ramos de casta. La Hermandad Sacramental de Jesús Salvador en su Santa Cena y María Santísima de la Caridad y Consolación ha emocionado con su salida desde la parroquia de San Félix de Valois, ante centenares de jienenses y con un sol que ha iluminado los primeros pasos de los hermanos de luz, penitentes y costaleros.
Un 9 de abril como hoy pero del año 2006 realizó por primera vez procesión de penitencia La Santa Cena. Once años después y tras un 2016 en el que la lluvia impidió la salida, la de este Domingo de Ramos ha sido de casta, de emoción y devoción en la calle.
Los primeros momentos en el templo, los de la preparación antes de que las puertas del templo se abrieran, han sido los más emocionantes. Después de la oración del capellán, Luis María Salazar, los 50 costaleros han dedicado la primera ‘levantá’ del templo a los hermanos que ocupan ‘la tribuna de cofrades del cielo’, especialmente al que fuera el capellán de la Hermandad, Santos Lorente, y a Esperanza, ‘la guardiana de San Félix’.
Los capataces del misterio, Francisco Javier Carrasco y Manuel Molinos, guiaron a los costaleros hasta la salida, ante un templo lleno de hermanos y una Avenida de Andalucía rebosante de jienenses de todas las edades, pero especialmente de muchos jóvenes.
Es el último Domingo de Ramos como hermano mayor para Fernando Casado, que cumple su tercer año del primer mandato. Los costaleros del misterio le dedicaron una ‘ levantá’, continuada con el aplauso que arrancó el paso una vez en la calle y al son de la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de la Expiración.
El Misterio luce el cáliz de procesión de Jesús, el principal estreno de la Hermandad para este Domingo de Ramos; ya que la Virgen, finalmente, no ha podido estrenar las jarritas encargadas para la procesión. Mientras Jesús Salvador recorría su barrio buscando calles para su catequesis pública de fe, los hermanos de la Virgen se preparaban para evangelizar Jaén.
Con su candelería encendida, el palio de la Virgen ha requerido que sus hombres costaleros se arrodillen en la salida, uno de los momentos más esperados por la dificultad para la Hermandad y por las ganas de ver a María Santísima de la Caridad y Consolación entre los devotos que la esperaban. Al son de la Sociedad Filarmónica María Inmaculada de Linares, el palio caminó entre aplausos y buscó las calles para procesionar.
Jaén se ha echado a la calle y ha acompañado a los hermanos de la Santa Cena en una procesión dedicada a los que fueron cofrades y ya no están en este mundo y a los mayores.
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