Una vez más el diálogo, la voluntad y la colaboración entre administraciones demuestran que dan muchos más frutos que la trinchera política que durante décadas ha sufrido Jaén y de la que aún quedan desencuentros, esperemos que no irreconciliables. La reunión mantenida ayer entre el alcalde de Jaén, Javier Márquez, y la delegada del Gobierno andaluz, Ana Cobo, sirvió para desbloquear tres asuntos enquistados como son el Conservatorio Superior de Música de Jaén, el instituto del casco antiguo, y el Museo Ibero. Jaén y sus vecinos precisan del compromiso de todas las administraciones para salir del agujero negro en el que está sumida desde hace demasiado tiempo y para ello es necesario que Junta y Gobierno central miren a esta ciudad más allá de los réditos políticos, y el Ayuntamiento, tal y como está haciendo su alcalde desde que llegó, no se enroque en disputas del pasado y haga lo que nunca hicieron ninguno de los alcaldes anteriores, llamar sin descanso a las puertas del resto de administraciones y tender la mano sin que nadie por ello se sienta con derecho a ningunearlo a él y a esta ciudad. Al final debe imponerse el contrato que los políticos de Jaén tienen con sus vecinos y con los ciudadanos de esta tierra, que no quieren otra cosa que la misma atención que otras ciudades.
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