No reviste gravedad pero las molestias que sufre Mario Martos por el golpe que sufrió en la primera mitad contra el Motril el pasado domingo deben remitir para que el centrocampista del Real Jaén pueda reintegrarse a los entrenamientos bajo la tutela de Roberto Peragón. Como comentó el entrenador en la rueda de prensa posterior al partido, Mario Martos detectó en el vestuario que su orina tenía sangre cuando el árbitro del partido pitó el final de la primera parte. El incidente ocasionó una preocupación en el técnico, compañeros y todos los departamentos del club, pero tras ser sometido en Jaén a diversas analíticas, radiografías y un TAC de contraste se pudo descartar que el jugador sufriera una lesión grave. Los dolores que sí sufre en la zona intercostal el futbolista no se deben a una posible fractura, sino al impacto en el golpe que sufrió uno de los capitanes del equipo, que ha debido guardar reposo como prescripción facultativa para que cualquier tipo de inflamación remita y pueda estar en breve a disposición del entrenador.
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