Yo debo ser muy torpe. Leo que en el Gobierno de El Puerto están locos de contentos porque, por lo visto, ya tienen conformados unos grupos de trabajo para planificar el trabajo que permita llegar hasta el momento en el que los vecinos puedan proponer y votar propuestas para que sean incluidas dentro de la partida destinada a Presupuestos Participativos en el Presupuesto 2018.
Y yo me pregunto, si aún no ha ido a pleno la aprobación provisional del Presupuesto 2017, ¿cómo andan invirtiendo el tiempo en el siguiente?
Y ahí es donde yo me planteo, intentando aplicar la buena intención por mi parte, que yo debo ser muy torpe y no sabría plantear el Presupuesto 2018 si aún no he tenido tiempo/ganas/valor/capacidad… de sacar el de 2017.
Porque aunque muchos no se lo crean a tenor de las intervenciones que el hoy alcalde hacía cuando al Gobierno anterior se le retrasaba el presupuesto (¿recuerdan aquello del postsupuesto y esas insinuaciones de que se incumplía la ley por no tener presupuesto a 1 de enero…?) hemos empezado mayo y el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de El Puerto, ese que sabía hacer las cosas mucho mejor que el que estaba antes, aún anda dándole vueltas al borrador del presupuesto de 2017 sin que lo haya llevado siquiera a aprobación inicial.
¿Qué sentido tiene entonces que anden los ediles de IU (porque en los procesos llamados participativos a los del PSOE se les ve poco) montando equipos de trabajo para decirle a los vecinos que ya están preparando los de 2018? Ya les digo, debe ser que yo soy muy torpe.
Porque como bien se escribía en este medio esta misma semana, mucha asamblea, poca participación y menos resultados. Porque El Puerto no ha visto nunca más asambleas y reuniones.
Pero si nos atenemos a las fotografías y datos que los mismos organizadores de esas asambleas ofrecen, la participación no puede ser más escasa, los asistentes no pueden ser menos, siempre acuden los mismos (y curiosamente, normalmente bastante cercanos al partido que las convoca), pero luego se ven pocos resultados.
Decía aquel que si quieres que algo no salga monta una comisión. Debe ser la máxima del equipo de Gobierno que para alargar cualquier gestión para que dure hasta que llegue otro Gobierno para cada paso monta un “proceso participativo” donde entre que sacan el cartel, buscan fecha en el Centro Cívico, la convocan, van los diez mismos, quedan otro día para ver las conclusiones ya han dado una patada hacia delante en el calendario.
Debo ser muy torpe para no entender esta manera de gestionar. Me enseñaron que primero se termina una tarea y luego se empieza con la siguiente porque, qué verdad, quien mucho abarca, poco aprieta.
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